Una enfermedad que agarrota y «te deja los pies pegados al suelo»

Hoy, que se celebra el Día Mundial del Parkinson, es momento de poner en valor el esfuerzo que pacientes como Julio Cabal realizan cada día para sobrellevar esta enfermedad neurodegenerativa que afecta al sistema nervioso central de manera crónica. En el Principado, según datos de la Asociación Parkinson Asturias, hay 4.100 personas diagnosticadas. Actualmente, es el trastorno neurológico más común tras el Alzheimer.

«No hay dos Parkinson iguales. Cada paciente es un mundo», explica la directora de la asociación, Yolanda Villanueva. En torno a un 70% de los pacientes debutan con temblores, pero no todos. Julio Cabal, por ejemplo, no presenta este síntoma tan característico de la enfermedad. «Yo padezco agarrotamiento muscular. Si estoy cansado o alterado por algo, es como si me quedasen los pies pegados al suelo, las piernas no me responden», comparte con este periódico.

Convive, además, con dolores lumbares, especialmente al levantarse; habla cada vez más despacio; empieza a tener dificultades para tragar; y empieza a notar que pierde memoria. «De repente, me quedo en blanco», cuenta. Aun así, este minero jubilado, que ahora tiene 63 años, se resiste a dejarse vencer por la enfermedad y dos veces por semana hace rehabilitación en la sede central de la Asociación Párkinson Asturias para mantenerse en la mejor forma posible.

Ahora mismo, 13 años después de aquel diagnóstico inesperado que puso su mundo boca arriba, puede hacer una vida «más o menos normal». Aunque «estos últimos meses pegué un bajón» y, «cuando esto ocurre, pierdes un 5% o un 10% de movilidad que ya no recuperas nunca». Hace cinco o seis años este vecino de San Claudio, que también tiene piso en Gijón, corría desde la calle Magnus Blikstad hasta el Rinconín sin problema. «Pero he ido perdiendo fuerza y ya no puedo», apunta Julio Cabal para dar una idea del deterioro progresivo que provoca el Parkinson.

Dice el neurólogo ovetense Manuel Menéndez, que el pasado jueves ingresaba en la Real Academia de Medicina y Cirugía de Asturias, que el reto es encontrar un tratamiento que permita detener la progresión de la enfermedad. Se ha avanzado mucho en el diagnóstico, cada vez más preciso, pero poco en los fármacos que los médicos tienen a su alcance y que, de momento, solo sirven para hacer algo más llevaderos los síntomas que van surgiendo.

El doctor Menéndez es optimista con las investigaciones que están en curso. Julio no lo es tanto: «Para los que ya tenemos Parkinson está complicado». Porque, aunque «voy tirando y hay que seguir para adelante», a veces «uno se desanima». Él cuenta con el apoyo de su mujer y de su hija, para las que «no me gustaría llegar a ser un estorbo» cuando el Parkinson avance. En la conversación mantenida para este reportaje lo que Julio Cabal ha demostrado ser es un ejemplo.

La Asociación Parkinson Asturias cuenta con más de 500 socios que, como Julio, conviven con este trastorno neurodegenerativo, dando una lección diaria de superación. Es la primera organización de pacientes -cumple 25 años- que se creó en el Principado, donde existen otros cuatro colectivos que arropan a quienes se enfrentan a un diagnóstico de Parkinson. Como miembro de la Federación Española, en el Día Mundial de la enfermedad, se adhiere al manifiesto 'Ayúdanos a mostrar la otra cara del Párkinson'. Yolanda Villanueva lo explica: «Queremos conocerlo todo sobre su impacto o el perfil de los pacientes, porque se carece de un registro que proporcione datos exactos».