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yago gonzález
Oviedo
Jueves, 29 de abril 2021, 13:50
Antes de la llegada del covid, ya eran muchas las personas en exclusión social en Asturias, sobre todo por la falta de empleo. Pero la pandemia ha agudizado el problema, al reducirse oportunidades en sectores como la hostelería o el empleo doméstico. Es una de las principales razones por las que las ofertas de trabajo gestionadas por Cáritas en 2020 fueron un 22% inferiores a las del año anterior.
En 2020, la organización gestionó 164 opciones laborales, de las cuales muchas no se han llegado a concretar por la incertidumbre provocada por la crisis sanitaria. «Con el frenazo brutal que el confinamiento y las restricciones supusieron para la actividad económica, comenzamos a asistir a una consiguiente caída del empleo y falta de oportunidades para acceder al mismo», han explicado este jueves el secretario general de Cáritas Diocesana de Oviedo, Ramón Méndez-Navia, y Myriam Gozalo, responsable del programa de empleo.«La pandemia ha acentuado los problemas que ya existían», ha remarcado Gozalo.
El perfil de las personas atendidas por la organización es variado, pero hay unos rasgos que en el último año han sobresalido: mujeres (el 57% del total), migrantes (el 73%) y con bajo nivel de estudios (el 24% tiene un nivel de ESO o superior). «Además, ha bajado la media de edad respecto a años anteriores: en 2019 el 60% eran mayores de 45 años y en 2020, un 35%», señalan desde Cáritas.
En total, durante 2020 Cáritas ha acompañado a unos 5.000 hogares en Asturias, de los cuales sólo el 12% tenían a algún miembro de la familia trabajando. No obstante, los responsables de la organización señalan que en estos primeros meses de 2021 «ya se ve cierta recuperación en algunos sectores que el año pasado fueron muy perjudicados», como la hostelería, el empleo doméstico o el cuidado de personas mayores.
Además, «las personas migrantes han sufrido la falta de acceso a derechos. A pesar de la flexibilización de las ayudas, que en muchos casos han facilitado los ayuntamientos, aquéllas no han llegado del todo a la población migrante», advierte Cáritas.
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