«La pandemia disparó la demanda de atención por fatiga crónica»

«Desde que empezó la pandemia los casos de fatiga crónica se han disparado y cada vez son más las personas afectadas por la covid que padecen este problema», asegura la presidenta de la Asociación de Enfermos de Fibromialgia y Fatiga Crónica del Principado de Asturias (Aenfipa), Alicia Suárez.

La entidad, que lleva más de veinte años trabajando para mejorar la calidad de vida de estos pacientes, ha adaptado su oferta de atención sociosanitaria integral a las exigencias de seguridad impuestas por la covid. Se trata de un proyecto multidisciplinar que atiende a 812 pacientes de fibromialgia y fatiga crónica y a 323 familias. La iniciativa cuenta con el apoyo de la Fundación la Caixa, en el marco de su programa de ayudas a proyectos sociales, que ahora celebra su veinte aniversario.

El incremento de usuarios de la asociación se debe, por un lado, a que «según los expertos, cerca de un 30% de los pacientes de covid continúan con fatiga crónica después de haber superado la enfermedad. Por otra parte, también se han incrementado los diagnósticos de fibromialgia y, en tercer lugar, toda la incertidumbre y el estrés ocasionado por la pandemia ha afectado a el estado de salud de estos pacientes, sobre todo, la psicológica», destaca Alicia Suárez. El trabajo en Aenfipa se desarrolla teniendo en cuenta varios enfoques. El primero de ellos el destinado a las propias personas afectadas por estas patologías; otro en la atención al entorno familiar y, por último, un tercero centrado en sensibilización y divulgación sobre estas enfermedades crónicas. «De este modo se cubren todos los ámbitos de relación de las personas afectadas, comenta la presidenta.

Tras una época en la que las actividades se hacían solo 'online', en estos momentos, «ya hemos recuperado las sesiones presenciales de fisioterapia y de atención psicológica», explica Suárez. No obstante, desde Aenfipa continúan impartiéndose de manera telemática los muchos talleres con el objetivo de «evitar el contacto entre los usuarios y monitores», indica. Es el caso de las clases de «mindfulness, de gestión emocional y el rincón de la calma, que hemos incorporado recientemente», enumera Suárez.

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