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Pacientes de Párkinson participan en una de las sesiones de rehabilitación física organizadas por Aparkas en Oviedo. A. P.
Más de 90 pacientes de Párkinson reciben rehabilitación en Aparkas
Los rostros de la solidaridad

Más de 90 pacientes de Párkinson reciben rehabilitación en Aparkas

Martes, 29 de diciembre 2020, 02:08

«Para algunos pacientes de Párkinson, el simple hecho de abotonarse una camisa puede llevarles hasta diez minutos. Por eso es tan importante para ellos la terapia ocupacional en la que se trabaja la motricidad fina», explica Yolanda Villanueva, directora de la Asociación Párkinson Asturias (Aparkas).

Desde junio, la asociación ha recuperado el servicio de rehabilitación física, interrumpido durante el estado de alarma. Un proyecto asistencial que cuenta con el apoyo de la Fundación La Caixa, en el marco de su programa de ayudas a iniciativas sociales, que ahora celebra su veinte aniversario.

En total, 92 usuarios de Aparkas participan en este programa de rehabilitación física, 55 hombres y 37 mujeres. «Todos ellos, reciben dos horas de fisioterapia a la semana y otra hora de terapia ocupacional. Y, además, muchos tienen refuerzo individual», destaca Villanueva. «El confinamiento ha pasado una gran factura a estos pacientes. La falta de actividad y el aislamiento supusieron para muchos un importante deterioro físico y, en algunos casos, también cognitivo. Por eso, recuperar la normalidad en estas terapias fue una prioridad», comenta la directora de Aparkas.

La asociación ha adaptado estas actividades a las medidas de seguridad exigidas por la pandemia. «Hemos tenido que aprender a trabajar de una manera completamente distinta. Los grupos se organizan según el nivel de afectación, pero son más reducidos, de máximo seis e incluso cuatro personas, porque tenemos que adaptarnos al espacio del que disponemos en las salas y garantizar la distancia de seguridad», explica. Además, para extremar la precaución, «cada usuario trae su propio material: pañuelos de papel, botella de agua y gel hidroalcohólico, así como lapicero, goma y bolígrafo. El objetivo es que se comparta lo menos posible para minimizar riesgos».

También se reforzó el equipo de auxiliares de limpieza y se redujo la duración de las sesiones de una hora a 45 minutos para poder llevar a cabo la total higienización y ventilación de los espacios entre cada turno. «Lo importante es poder volver a dar estos servicios tan esenciales», destaca la directora de Aparkas.

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