La patronal hostelera asturiana augura una «dura reconversión» tras el verano «que no todos podrán superar»

Almeida ha señalado, no obstante y mirando el lado positivo, que este verano va a ser «bueno para Asturias porque hemos trabajado bien en 2020». Así, ha recordado que el año pasado la incidencia de la Covid fue menor en la región y eso generó «confianza a los turistas españoles». «Asturias lleva mucho tiempo trabajando por un turismo sostenible y de calidad y este año se va a conseguir un buen verano», ha indicado. Una situación que, no obstante, no servirá, a juicio del presidente de la patronal hostelera, para impedir que muchos profesionales no sean capaces de resistir más allá de octubre o noviembre y con ello llegará esa «dura reesctructuración» del sector.

En su intervención, el presidente de Otea ha calificado de «contraproducente» las actuales restricciones de horarios para el ocio nocturno. «Cerrar a las 3.00 y dejar a la gente en la calle genera concentraciones, como botellones, que provocan brotes», ha afirmado. «Tenemos que abrir, porque sabemos que nuestros locales son seguros, no somos culpables, somos parte de la solución», ha explicado, para recordar que todavía no está permitido el consumo en barra y los aforos «son muy reducidos». «Necesitamos volver a la normalidad. El esfuerzo con la vacunación tiene que verse reflejado en nuestros locales», ha reclamado.

Por su parte, la viceconsejera de Turismo, Graciela Blanco, presente en el acto, se ha quedado con esas previsiones positivas para el verano asturiano. «En 2020 conseguimos ser el destino menos afectado por la pandemia y estoy segura de que volveremos a ser referencia turística», ha indicado, para resaltar que los datos del año pasado fueron por «la buena gestión sanitaria y el compromiso del sector con la seguridad». «Este año siendo líderes en vacunación nos da idea de que vamos a repetir un buen verano», ha indicado.