Un daño irreversible obliga a practicar la eutanasia al oso herido en Somiedo

La Consejería de Medio Rural y Política Agraria tomó la decisión tras el informe que confirmó que el animal tenía dañada la médula espinal y varias fracturas en las vértebras lumbares

Chelo Tuya

Gijón

Viernes, 23 de agosto 2024, 12:34

No pudo ser. El oso rescatado el pasado lunes en un prado de Aguino, en Somiedo, no volverá a su medio natural. Las heridas causadas en la médula espinal, que le provocaron paraplejia, es decir, la inmovilidad de sus patas trasera, eran de carácter irreversible. Por ese motivo, el Principado ha decretado su eutanasia.

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Así lo explica la Consejería de Medio Rural y Política Agraria en un comunicado. «Las pruebas veterinarias realizadas revelan que el animal, un macho adulto de avanzada edad, tenía daña la médula espinal y varias fracturas en las vértebras lumbares». Es decir, heridas que no tendrían solución y le condenarían a una muerte segura si fuera devuelto al monte.

Para averiguar el estado del plantígrado, explica la consejería, «se llevaron a cabo diferentes pruebas diagnósticas. En concreto, se realizaron radiografías de columna vertebral, con la finalidad de comprobar la situación de las vértebras, y una mielografía de contraste, para averiguar la afectación de la médula espinal». Los estudios «han permitido comprobar la existencia de fracturas en las vértebras lumbares y de daños en la médula espinal. Esas lesiones justifican la incapacidad motora en las extremidades posteriores y la incontinencia urinaria que sufría el animal».

En este proceso han participado los veterinarios del Servicio de Vida Silvestre de la Consejería de Medio Rural y Política Agraria, Ramón Balsera y Luis Miguel Álvarez, y los veterinarios del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Sobrescobio Álvaro Oleaga y Daniel Fernández. También se ha contado con la colaboración de especialistas externos como Manena Fayos, veterinaria del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Villaescusa (Cantabria) y Javier Ruiz, veterinario del Hospital de Anicura-Buenavista (Oviedo).

Este equipo de expertos concluyó, mediante un criterio compartido, «que la paraplejia originada por las lesiones del oso era irreversible e incompatible con un estado de bienestar mínimamente aceptable para un animal silvestre». Por ello, y con la finalidad de evitar un sufrimiento innecesario, propusieron la eutanasia compasiva del animal.

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Tras el sacrificio, el cuerpo del plantígrado ha sido trasladado al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Sobrescobio, donde se llevará a cabo una necropsia urgente en la que participarán tanto personal funcionario como asesores externos. Las conclusiones de ese estudio pueden ayudar a investigar el origen de las lesiones que sufría el oso.

Fiscalía

Una necropsia reclamada por el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas), que denunció ante la Fiscalía la aparición del oso herido. Fapas pidió que el cadáver no sea destruido. Según la entidad, no sería la primera vez que el Principado, tras recuperar un oso herido y justificar su muerte por causas naturales, «destruye de manera inmediata el cadáver, eliminando cualquier posibilidad de que se realicen nuevos peritajes».

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Lamenta el colectivo que el Gobierno regional «mantiene la iniciativa de calificar las muertes de los osos por cuestiones naturales, obviando otras circunstancias que deben de ser investigadas judicialmente«. Una de esas circunstancias es el «intenso furtivismo existente en Asturias y específicamente en el caso del oso rescatado en el pueblo somedano de Aguino, el hecho de que el propio Principado lleva a cabo un proyecto de captura de osos». Dice el Fapas que se trata de un proyecto que se lleva a cabo utilizando un modelo de trampa que es cuestionado por su peligrosidad y que están dotadas de una pesada guillotina que, en caso de fallo, puede generar importantes lesiones a los osos que tratan de capturar.

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