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Susto con final feliz en la ría de Ribadesella. El Helimer rescataba en la medianoche de ayer a dos holandeses que encallaron con su velero al tratar de entrar en el puerto deportivo de la villa. Los dos tripulantes fueron trasladados hasta el hospital ... de Jove, en Gijón, donde les dieron el alta tras examinarles en el servicio de urgencias y comprobar que se encontraban ilesos. Mientras tanto, los efectivos de Salvamento Marítimo con base en el puerto llanisco trataban de poner a salvo el velero en el puerto deportivo de Ribadesella sin éxito debido al escaso calado provocado por la bajamar, por lo que finalmente optaron por remolcarlo hasta la dársena de Llanes, donde continuaba esta mañana.
Los afectados, Joe y Tamara Zeitouny, de 35 y 36 años, se encontraban recorriendo la costa Norte de España cuando tuvo lugar el incidente. «Salimos por la mañana de Santander e íbamos pensando en hacer noche en Gijón, pero sobre las ocho de la tarde el tiempo comenzó a cambiar y amenazaba tormenta, así que decidimos acortar la jornada y parar en Ribadesella por seguridad», explicaban esta mañana a EL COMERCIO, todavía sin lograr recuperarse del todo el susto. «En torno a las once y media el velero encalló en la arena y se inclinó, así que nos asustamos mucho porque no conocíamos la zona y decidimos llamar a emergencias», agregaron. Inmediatamente se desplazaron efectivos de Salvamento Marítimo tanto en el Helimer como a bordo de la salvamar 'Sant Carles', con base en Llanes, para auxiliarles.
«Pasamos miedo, porque tuvimos que tirarnos al agua y además fue muy duro dejar todo atrás, aunque en esos momentos teníamos claro que lo primero era salvar nuestras vidas, pues teniéndonos el uno al otro, lo demás no importa», relataba Tamara, ya en el puerto de Llanes, mientras su compañero descendía al bote, abarloado a la 'Sant Carles', para verificar que no había sufrido daños de importancia. «Todo parece estar bien, no entró agua y no veo nada serio», confirmaba Joe minutos después, y ambos respiraban tranquilos. «Aún estamos en shock, el velero es nuestra casa y temíamos perderlo», aseveraron. E indicaron que ya el año pasado, con la pandemia, se fueron a vivir a la embarcación, aprovechando que ambos pueden teletrabajar. «Pasamos un año viviendo en él en Holanda y desde junio estamos recorriendo toda Europa», señalaron.
Finalmente, el incidente -demasiado frecuente este verano según denuncian desde el Club Náutico de Ribadesella Arra- se saldó sin mayores consecuencias y la pareja holandesa podrá continuar con su viaje. «Vamos a parar en Gijón y luego ya iremos hacia Galicia porque pensamos terminar en A Coruña y volver a Holanda para pasar allí una semana», explicaron, reconociendo que lo vivido anoche «fue toda una experiencia». Ambos quisieron también «agradecer a toda la gente que nos ayudó, a los profesionales de Salvamento Marítimo que nos tranquilizaron y nos trataron muy bien y al Club Náutico de Ribadesella que nos ayudó en todo lo que pudieron».
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