Borrar

La tradición de las castañas sigue viva en Parres

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

Domingo, 14 de noviembre 2021, 18:53

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

XUAN CUETO
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.
El certamen consagrado al otoñal fruto alcanzó su trigésima edición en Arriondas demostrando que el año en blanco forzado por la pandemia no ha restado ni entrega ni ilusión a los cosecheros. Pese al descenso en cifras, este año se han registrado más de mil kilos de fruto y un centenar de puestos en todas las categorías frente a los 1.200 kilos y los 130 estands de la última edición.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio La tradición de las castañas sigue viva en Parres