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L. RAMOS
LLANES.
Viernes, 13 de marzo 2020, 01:13
Los peores presagios de los pescadores llaniscos se terminaron cumpliendo. Una lancha pesquera, la 'Virgen de Guía', se fue a pique en la madrugada de ayer, causando tal impresión en su propietario que este tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital de Arriondas por ... encontrarse indispuesto. Tras ser sometido a diversas pruebas, el profesional recibía el alta en torno a las diez de la mañana y regresaba a su domicilio, donde deberá permanecer en reposo los próximos días. La buena noticia era recibida con alegría por los numerosos colegas y conocidos que se concentraban en ese momento en la infraestructura llanisca, tratando de volver a sacar a flote la embarcación.
Fue a las cuatro y media de la mañana cuando el patrón mayor de la cofradía, Ángel Batalla, llamaba por teléfono al pescador para avisarle de que su barco estaba completamente hundido. Este se encontraba amarrado en la zona deportiva debido a la falta de espacio en la dársena pesquera por la acumulación de arena en el fondo. De forma inmediata el patrón del 'Virgen de Guía' se acercó hasta el lugar, comprobando que, efectivamente, la lancha se había ido a pique, momento en le que comenzó a encontrarse mal.
Durante toda la jornada fueron otros marinos y usuarios del puerto deportivo quienes, junto al personal de Salvamento Marítimo, colaboraron con la empresa local J&K para recuperar la embarcación. «Aprovechamos la bajamar para achicar el agua que hay en el barco y lo reflotamos con ayuda de una grúa para después remolcarlo hasta la rampa y poder sacarlo a tierra con el carro», explicaron Karen y Juan Antonio Oves, de J&K.
Una maniobra que no resultó sencilla y que hubo que retomar casi desde el principio cuando ya estaba prácticamente finalizada debido a «la decisión de Puertos de cerrar la compuerta, según ellos para proteger a la zona pesquera del vertido que salía del barco, pero que para cuando quisieron hacer algo, a las tres de la tarde, llevaba ya doce horas», afeó la propietaria del barco. Y criticó cómo «salvo el director de Pesca, nadie se puso en contacto con nosotros para interesarse por mi pareja ni para ofrecernos ayuda».
«Lo más importante es que él esté bien», recalcaba, si iben reconocía que lo que tienen por delante es desolador. «Este barco es nuestro sustento y el de otras dos familias y justo ahora, que arranca la costera de la xarda, la más importante del año, nos pasa esto», lamentó la mujer. Y explicó cómo fue hace ahora un año cuando su pareja, un buzo gijonés con más de dos décadas de experiencia y que llegó a Llanes por las campañas de arranque de ocle, decidió comprarle la lancha a un veterano pescador local. «Ahora nos tocará invertir en los arreglos y pelearnos con el seguro para que se hagan cargo», se resignó.
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