Las empresas de canoas instan a las administraciones a limpiar el Sella con regularidad

«No se recoge la basura nunca, una de las reivindicaciones por parte de las empresas es que lo mismo que en una ciudad hay recogida de basuras todos los días, podrían ponerse las pilas los ayuntamientos y las administraciones competentes y destinar una parte de los impuestos que se pagan a tener una plantilla que pueda hacer una recogida o simplemente contenedores», apuntó Manuel Villarroel, responsable de Cangas Aventura. Que ese limpieza regular es necesaria es una percepción compartida entre los negocios de canoas, que no ven con malos ojos pagar una tasa para disponer de ese servicio, ya que asumen que alcanzar un consenso para realizarlo ellos mismos es inviable. «Entre las empresas es muy difícil ponerse de acuerdo, deben ser las diferentes administraciones junto a las empresas. A lo mejor tienen que sacarlo a concurso público y que nos cobren las tasas», propuso Calo Soto, director de la Escuela Asturiana de Piragüismo. «Por mi parte no habría ningún problema, como el tema de la basura de cada casa particular. Si cobran un canon por la basura y recogida, igual podría ser una idea», respaldó Villarroel, quien añadió que ese servicio debería además dar «trabajo a gente de la zona». Desde Jaire Aventura, Alberto García sostuvo que antes de añadir un nuevo impuesto, sería necesario materializar el servicio y consideró que «las administraciones tendría que poner un punto de recogida» de residuos. Como el resto de empresas, sí se mostró dispuesto realizar más recogidas con su propio personal a lo largo del verano. «La mayoría de la gente está muy concienciada con el tema de la basura, pero un 1% de las 150.000 personas que pueden haber bajado en agosto no hacen lo que tienen que hacer. Son 1.500 personas y es mucha gente a dejar basura», afirmó García.

Si difícil es el consenso sobre cómo mantener limpio el río, más aun resulta una regulación discutida desde tiempo atrás. Limitar el número de canoas que bajan el Sella -unas 5.000 personas en días de máxima afluencia según los propios negocios- es una opción que respaldan empresarios como Calo Soto, que entiende que esa reducción «se puede hacer progresivamente». «Se buscaron ya fórmulas, se había encargado un estudio a la Universidad, que dio tres fórmulas. La menos gravosa para las empresas era la declaración de zona saturada del Sella, pero inmediatamente los alcaldes dijeron que no podía ser», señaló.

Diferente postura sostiene Alberto García: «¿Qué hay que regular, veinte días de agosto? Tenemos cuatro días buenos, que dan empleo a mucha gente», dijo. Manuel Villarroel reconoció que «baja bastante gente», pero sostuvo que «si tenemos que regular es toda Asturias, las playas y las carreteras están a tope». Defendió asimismo que «tanto el año pasado como este solo pudimos trabajar en verano».