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La explanada de la iglesia estaba abarrotada al regreso de la Custodia el templo, en cuyo interior seis jóvenes cantaron la Reverencia. G. F. B.

La Sacramental llena de romeros y alegría la villa de Colombres

Bajo un calor africano se cumplió un programa que incluía pasacalles, misa, procesión, la Reverencia, subasta de los panes y sesión vermú

GUILLERMO FERNÁNDEZ

COLOMBRES.

Domingo, 20 de agosto 2023, 00:43

Con presencia de centenares de romeros, calor africano, animación y mucha alegría, la villa de Colombres, capital de Ribadedeva, celebró ayer su fiesta grande de La Sacramental. El programa matinal de actos incluía pasacalles, misa, procesión, cántico de la Reverencia, subasta de los panes y ... sesión vermú.

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De efectuar el pasacalles se encargó la banda Unión Musical del Principado de la que formaban parte 30 intérpretes bajo la batuta del maestro Jesús Alberto Alonso Pacheco. En su compañía llegó a la iglesia parroquial de Santa María el ramo de La Linde.

Más de media docena de sacerdotes ocupaban lugar en el altar durante la eucaristía que fue cantada por el Coro Ribadedeva, veinticinco voces conducidas por Asun Gutiérrez Gamo. De presidir la función religiosa se encargaron Amador Galán, párroco de Ribadedeva, y José Antonio González Montoto, director de la Casa Sacerdotal. Misión imposible era encontrar un hueco en el templo. Abarrotada estaba la iglesia.

Al término de la misa se formó una kilométrica procesión que recorrió el perímetro de la villa. Marchaban por delante el gaitero Marco Martínez, llegado de Pie de la Sierra, y la tamboritera Valeria Romano, procedente de Porrúa. Seguían tres ramos colmados de pan artesanal, el de los alevines a hombros de Álvaro Fierro, Enol Hernández, Ángel Sampedro y Adrián Hernández. Aparecían a continuación un centenar de mozas vestidas de llanisca y tocando la pandereta al contrapunto de un tambor en manos de Lucía Rodríguez.

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Pepa Gil Marín, enarbolando el estandarte de los Calvarios, de 1930, abría la comitiva sacra, a la que daba continuidad la Custodia conducida por el párroco y bajo un palio de seis apoyos. Realizó la última parada en el altar del palacio de las Raucas donde la comitiva fue recibida por las hermanas Mabel y Ana María Ibáñez Bernaldo de Quirós, la primera de ellas condesa de San Antolín del Sotillo, el tercer título más antiguo de España. El alcalde Jorge Martínez trasladó con honor el farol municipal.

De regreso a la iglesia parroquial, en una emocionante ceremonia, seis jóvenes ribadedenses: Alicia Puertas, Lucía Sánchez, Silvia Nosti, Andrea Monjas y las hermanas Blanca y Elena Hevia, escenificaron la Reverencia en nombre de todo el vecindario. La subasta de los panes y una concurrida sesión vermú, con música bailable, pusieron el broche de oro a una hermosa mañana festiva.

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