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El promotor y el titular de una expotación ganadera de Ribadedeva se sentaron este miércoles en el banquillo de los acusados por presuntamente verter purines a la Cueva del Pindal. En su relato de los hechos, el promotor de la expotación, M. R., declaró ... no haber hecho «ninguna obra cuando estaba en la finca, sino que la hizo otra sociedad. Lo único que hicimos fue reparar el camino que llevaba a la finca porque lo había deteriorado el agua».
Negó asimismo el vertido de purines alegando que en la finca había una charca natural que se formaba cuando llovía y que su única acción en este sentido «fue crear un sistema de retención para que los purines no estuvieran ahí, así que nunca hubo purines. Tenía 35 vacas y los excrementos los limpiaba habitualmente».
«Hay muchas explotaciones ganaderas cerca de la cueva que vienen con tractores con purines y lo riegan todo y es eso lo que produjo esa contaminación y me han echado la culpa a mí injustamente porque yo soy el que está más cerca. Pero no he sido yo y no han querido averiguarlo», añadió M. R.
En 2019 el Ayuntamiento de Ribadedeva exigió al acusado parar la actividad ganadera. Sin embargo, este desobedeció esta orden. «Saqué a las vacas durante un mes , pero las tuve que devolver a su sitio porque no tenia donde meterlas», expresó. También recibió del Consistorio ribadedense una aviso para que procediera a limpiar la citada charca, pero tampoco lo hizo «porque no lo consideré necesario». «Tampoco pedí que se legalizaran las construcciones que habían ahí porque como no era mi finca y no las había hecho yo, nunca me preocupé por eso», agregó el promotor.
La finca en cuestión, tal y como declaró el investigado, consta de 40 hectáreas de las que, dijo, solo usaba ocho: «Estaba pagando un canon al Ayuntamiento por la utilización de esa parte». En su relato M. R. también expuso que en esa parcela las vacas pastaban libres, sin ningún establo para lo que alegó que en el momento de la adquisición de las reses nadie le informó de que «la actividad requería licencia de uso, pero yo no hice ninguna obra ni de comederos ni de nada».
Por su parte, J. P. R., titular de la explotación manifestó haber comprado la misma en «mayo de 2006, pero no la manejaba yo, más bien me llevo a la ruina. Cuando compré la finca ya estaban las vacas y la vendí hace año y medio.»
Negó también haber hecho algún tipo de obra dentro de la finca. «No realicé ninguna obra de construcción en el momento en que compré la finca. Todo está exactamente igual que antes. Además en esa época estaba haciéndome cargo de mi madre y no podía manejar la finca. No era conocedor de que estaban tan cerca de la Cueva del Pindal y tampoco era conocedor de una situación de contaminación», dijo.
También pasó a declarar un agente de la Guardia Civil: «Fuimos a la Cueva del Pindal para comprobar la situación. Había un camino nuevo que se había hecho y había movido el cauce, y como consecuencia de ese movimiento se desbordaba el agua por todos los lados»
«Constatamos que esa agua que se desbordaba tenía purines y estaba contaminada y levantamos una denuncia administrativa en 2019», agregó. El juicio continuará el viernes.
Fiscalía del Principado de Asturias solicita la condena de 6 años y 3 meses de cárcel para los dos acusados. Según el ministerio fiscal el suelo de la explotación se considera clasificado como «no urbanizable y de protección de costas», y ambos acusados carecían de licencia para realizar la actividad ganadera.
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