Restos de contaminación en la ría, en su desembocadura en la villa de Ribadesella. J. G.

Los ribereños alertan del estado del río Sella: «No es el agua normal de antes»

El Ayuntamiento de Ribadesella mantiene abierta la investigación tras el último cierre de la playa para determinar el origen de los vertidos

Juan García

Martes, 11 de julio 2023

Carecen de análisis o documentos que acrediten sus impresiones, pero son portadores de la voz de la experiencia acumulada a lo largo de varias décadas a pie de río. Ribereños del Sella han denunciado el alto índice de contaminación con el que baja el río ... entre Arriondas y Ribadesella. Estos veteranos pescadores, entre los que se encuentra el riosellano Carlos Blanco, vecino de Santianes del Agua, aseguran que nunca lo habían visto como este año. «De Arriondas hacia abajo el río está fatal. Yo diría que está envenenado, está muerto, algo tiene», confirmaba.

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A sus 77 años de edad y más de seis décadas observando a diario el río Sella, este pescador fluvial lo tiene claro: «El río trae algo, aunque no sé lo que es». Carece de una base científica o documental en la que basar sus aseveraciones, «pero el río siempre está como si llevara una tela de algo, una película superficial que te impide ver el fondo», añadió. Desconoce el tipo de contaminación que lo puede estar dañando, pero sospecha que pueda tratarse de aguas fecales. «No es el agua normal que siempre tenía este río», añadió mientras camina por un sendero camino de la Uña.

Para muestra, lo acontecido en el mes de junio pasado en la playa de Santa Marina, cerrada al baño entre los días 22 y 26 debido a la insalubridad de sus aguas. Carlos Blanco es de los que se une a todos los que creen que el problema «viene de arriba», de vertidos procedentes del tramo medio del río, entre Arriondas y su desembocadura. Tampoco descartan que pueda haber problemas en la misma villa de Ribadesella. De hecho, en los últimos días se han repetido las manchas de aguas contaminadas a pie de puerto pesquero. Quienes suelen pescar en esta zona lo achacan a la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de La Mediana.

Los ribereños reconocen que en esta época del año, en la que el Sella presenta un bajo caudal, «el río se pone peor», pero nunca en los niveles actuales. A este problema unen el continuo tránsito de canoas turísticas «que revuelven el río, porque van por los tramos poco profundos, pegando abajo, paleando y removiendo el fondo», denuncian.

Entre tanto, el Ayuntamiento de Ribadesella aún mantiene abierta la línea de investigación iniciada en el mes de junio tras el último cierre de la playa para determinar la procedencia de los vertidos que de forma recurrente aparecen en la ría del Sella. Tanto en la dársena pesquera, como en la deportiva. En este último caso, procedentes del túnel por el que desemboca el río San Pedro, el agua del Malecón. Unos y otros saben que cualquier síntoma de contaminación detectada en la ría, siempre acaba en la playa y nadie quiere vivir nuevos cierres del arenal como el de este verano o el de agosto de 2020.

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