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JUAN GARCÍA
RIBADESELLA.
Miércoles, 16 de agosto 2023, 01:03
El geólogo por la Universidad de Oviedo, Germán Santos Flor Rodríguez, cree que en Asturias en general y en Ribadesella en particular «tenemos playas para rato». El que fuera profesor en geología hasta 2017, se apartó de cualquier teoría catastrofista y se decantó por ... un discurso moderado y tranquilo sobre lo que puede llegar a ocurrir en el futuro. En primer lugar afirmó que «no hay que ser tan alarmistas». Y en segundo apuntó que detrás de muchas de esas informaciones que hablan de la pérdida de nuestras playas «hay intereses no precisamente ocultos» de personas que buscan «obtener contratos de investigación para luego emplear esos recursos en su trabajo diario».
Por esa y otras razones cree que «tenemos playas para rato». Es más, cuando lleguen los anunciados períodos de recesión como consecuencia de un posible aumento del nivel del mar, «algo que es previsible, aunque no tenemos fechas exactas», existen alternativas que permitirán reponer las arenas que puedan perderse. Entre ellas, «buscarlas en el frente submareal de la playa como hemos hecho hace muy pocos años en San Lorenzo, donde están estudiadas las zonas mas adecuadas para extraer la arena en caso de recesión». Flor considera que este tipo de actuaciones garantizarán la conservación de las playas con mayor uso para que puedan ser disfrutadas en todo momento.
Teniendo en cuenta que la playa de Santa Marina perdió su campo de dunas a principios del siglo XX cuando se inició la urbanización de su frente sur, «rompiendo la dinámica sedimentaria de unas dunas que eran su principal reserva de arenas», cuando lleguen períodos de recesión como consecuencia de un aumento del nivel del mar también tiene salvación. «Santa Marina cuenta con todo el valle del Sella completamente relleno de arena, ya que por debajo del nivel cero existe una franja de color más claro que significa que está rellena de sedimentos y tiene amplia disponibilidad de arena», aseguró. La playa de Vega conserva sus campos de dunas, aunque también se han reducido de forma importante. En este caso por efectos naturales.
Germán Flor pronunció esta pasada semana una conferencia en la Casa de Cultura de Ribadesella sobre la costa riosellana y el porqué de sus playas. Lo hizo invitado por la Asociación Cultural Amigos de Ribadesella y presentado por su secretario, Adolfo Casero. Allí tuvo ocasión de responder a preguntas tan evidentes como el por qué existe tanta diferencia entre dos playas tan próximas como Santa Marina y La Atalaya. «La primera es un antiguo recinto del Sella que una vez que el nivel del mar asciende se rellena con las arenas que el propio río ha introducido en la costa, mientras que la segunda es una playa inmadura que solo desarrolla los materiales rocosos que tiene en el acantilado», explicó.
Como gran aficionado a la playa que es y gran conocedor de las que dibujan la costa riosellana, Flor considera que Santa Marina suele mantener el volumen de arena a lo largo del año. La visible presencia de cantos rodados en algunos períodos tiene su explicación. «Al tener intercalados acciones de cantos aportados también por el río en su historia de encajamiento, hace que las arenas, fácilmente desmantelables por el oleaje, se eliminen lateralmente -no se pierden- y afloren los cantos permaneciendo visibles durante temporadas relativamente dilatadas», afirmó.
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