«Les recordaremos toda la vida, el accidente fue un trauma para Ribadedeva»

El 17 de noviembre es una fecha imposible de olvidar en Colombres. Aquel día de 1998 se produjo el accidente de tráfico en el que perdieron la vida siete jóvenes de la villa que viajaban en el autobús escolar hacia el instituto de Llanes. Ayer se cumplieron 25 años del trágico suceso y en memoria de las víctimas sus familiares depositaron, como es costumbre y en la más estricta intimidad, una ofrenda floral junto al monolito del parque de la Herrería que recuerda a Fernando Nosti Ojeda (14 años), Valentín Llano Collera (16), Sofía Fernández Álvarez (16), Diego Montes González (14), Adela Hevia Álvarez (17), Verónica González García (17) y María Álvarez Peñil (16).

«Les recordaremos toda la vida, fue un trauma para Ribadedeva», expresó el alcalde, Jorge Martínez, quien también viajaba en el bus en el momento del accidente. Él fue uno de los menores heridos y en su memoria sigue presente el drama vivido aquel día. «Parte de ellos eran de mi quinta y mis amigos. Se aprende a vivir con ello en el día a día, pero no se olvida», confesó.

Como cada año por estas fechas, la iglesia de Santa María de Colombres albergó una misa en su memoria, oficiada por el párroco, Amador Galán. «Oremos por estos siete jóvenes que desde el cielo siguen intercediendo por nosotros», pidió.

Aquella mañana negra del martes 17 de noviembre de 1998 un camión de reparto que circulaba por la N-634 en sentido Santander invadió el carril del bus a la altura de Buelna, provocando un impacto de tal magnitud que el vehículo escolar quedó reducido a un amasijo de hierros. Fallecieron un total de ocho personas: los siete jóvenes y el conductor del camión, de 50 años. Otras 35 -34 menores y el chófer del bus- resultaron heridas. A raíz del accidente, en Asturias se replantearon las medidas de seguridad en los buses escolares y, más adelante, en el resto de servicios.

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