El puente Emilio Llamedo se licitará antes de que acabe el año

El de Ribadesella no será el único puente vinculado al Descenso que se renueve próximamente. El Emilio Llamedo de Arriondas, salida de la emblemática prueba, está también pendiente del inicio de las obras, correspondientes en su caso a la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial. Ya el pasado septiembre anunciaron que los trabajos rondarán los 2,3 millones de euros y permitirán disponer de una nueva estructura, con un tablero más ancho y un balcón de cristal sobre el Sella. Los plazos entonces trasladados situaban en la segunda mitad de este año el inicio y el fin ya en 2023. El presidente del Principado, Adrián Barbón, que ayer visitó junto al secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, las actuaciones que se están llevando a cabo en la capital parraguesa, avanzó que se están ajustando algunas cuestiones técnicas del proyecto del puente Emilio Llamedo. «Se está haciendo un ajuste en el proyecto para proceder a su licitación antes de que finalice el año», aclaró.

La estructura actual será renovada y la plataforma pasará de los 8,4 metros de ancho actuales, a los 14 metros. Además, los peatones contarán con dos aceras de 3,5 metros, una de ellas de cristal, lo que permitirá crear un balcón de 70 metros de longitud sobre el río Sella. El proyecto prevé la posibilidad de habilitar en el interior de la otra acera una franja de dos metros, contigua a la calzada, para su uso como carril bici.

Por su parte, los sistemas de contención de vehículos y la barandilla exterior serán de acero inoxidable, lo que evitará un mantenimiento costoso. El proyecto prevé la demolición de prácticamente toda la estructura actual, de la que se conservarán únicamente los estribos, porque no podría soportar las cargas introducidas para su ampliación.

Según el Principado y considerando que este puente reconstruido en 1939, tras la guerra civil, se ubica en una zona de especial protección de la Red Natura, la actuación de ampliación sobre las pilas existentes resultaría inviable en términos ambientales sin autorización previa de la Unión Europea.