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Guiados por Sergio González, vecinos y empresarios completaron la ruta hasta Mina Delfina, centro del Cinturón verde. FOTOS: G. P.
De pueblo en pueblo para desestacionalizar Cabrales

De pueblo en pueblo para desestacionalizar Cabrales

Cinturón verde. Los vecinos se adentran en una ruta de 52 kilómetros diseñada para conocer «a fondo» sus recursos y «desmasificar» la ruta del Cares

GLORIA POMARADA

Jueves, 9 de febrero 2023, 01:21

Nadie mejor que los propios vecinos y empresarios locales para dar a conocer a los visitantes la riqueza que atesora el concejo de Cabrales. Con esa lógica se están desarrollando este invierno etapas guiadas por el denominado Cinturón verde, en las que participan tanto residentes del concejo como de zonas limítrofes dentro de una iniciativa enmarcada en la mesa intersectorial de la salud. Todo ello encaja dentro de un proyecto ambicioso a nivel turístico, pues el Cinturón verde impulsado en 2019 será uno de los recursos incluidos en el plan de sostenibilidad que el Ayuntamiento obtuvo este diciembre, dotado de 1.996.506 euros procedentes de fondos europeos.

La idea del Cinturón verde partió de Sergio González Bada, guarda del refugio del Urriellu, que tras la experiencia del Anillo de Picos decidió trasladar esa esencia de ruta circular a la media y baja montaña cabraliega. El resultado fue un recorrido que, en la parte baja, alcanza los 52 kilómetros y conecta los pueblos habitualmente olvidados por el turismo. «Cuenta la historia de los pueblos a fondo y se van uniendo recursos, el patrimonio cultural, religioso, industrial y ganadero», explicó. La meta pasa además por generar actividad en los negocios locales, alcanzar la anhelada desestacionalización y mostrar a los visitantes que Cabrales existe más allá de la ruta del Cares.

Mejorar la señalización

Lo que nació como un «proyectín» hace cuatro años se ha terminado por transformar en «proyectón» de la mano del plan de sostenibilidad, que prevé hacer de Mina Delfina el centro neurálgico del Cinturón verde. Esa mina, integrada en el conjunto de Alda y cerrada en 1958, fue el destino de la etapa de ayer, en la que participaron una docena de vecinos. «Estoy haciendo todas las rutas y algunos lugares ni los conocía. Es recomendable al cien por cien», apuntó Cecilio José Iglesias, de Arenas. Recordó además la necesidad de «desmasificar la ruta del Cares». Mari Cruz Viejo, natural de Asiegu y residente en Carreña, explicó que los clientes de su negocio acuden invariablemente con la ruta del Cares y el descenso del Sella como visitas de referencia. «Se trata de que no vengan todos en agosto a lo mismo. Hace falta turismo en más épocas», consideró.

Para González Bada, con los fondos europeos será necesario mejorar la información y señalización de las rutas, cuyos caminos ya existían con anterioridad. Considera además que el Cinturón verde puede llegar a convertirse en un «motor». De hecho, está recibiendo ya consultas de zonas como Liébana y Posada de Valdeón para exportar la experiencia.

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