A prisión un vecino de Colombres por el atraco a la gasolinera de San Roque

El primero de los robos por los cuales se le investiga es el correspondiente a la gasolinera de la localidad llanisca. Tras permanecer diez minutos al otro lado de la carretera, a la espera de que el empleado se encontrase solo, irrumpió en el establecimiento a las 20.45 horas, encapuchado y portando un cuchillo de cocina de 25,5 centímetros en la mano derecha, mientras en la izquierda sostenía un espray de gas pimienta. Amenazó al trabajador al grito de «¡dame todo el dinero que tengas o te rajo!», sustrajo la recaudación de la máquina registradora -unos mil euros- y a continuación abandonó el establecimiento cruzando la N-634, donde tenía estacionado un vehículo en el que huyó con las luces apagadas para dificultar su identificación.

No obstante, gracias a los datos facilitados por testigos, los agentes lograron identificar el turismo, un Renault de color gris, que resultó ser propiedad de su madre. Con la pista del vehículo, y tras descartar ya desde el inicio que el caso estuviese relacionado con la banda del Seat León, la Guardia Civil comenzó las pesquisas. La inspección ocular del lugar y de los alrededores de la gasolinera permitió además localizar el cuchillo en uno de los arcenes de la N-634. Una vez tomada manifestación a los testigos, visionado las «numerosas cámaras» y cotejado los datos de las bases de vehículos, la Guardia Civil pudo apuntar como posible autor de los hechos al joven.

Se da la circunstancia de que este mismo sábado se producía otro robo en idénticas circunstancias al registrado en San Roque del Acebal. Un varón encapuchado entró en una gasolinera de Treceño-Valdáliga, en Cantabria, y amenazó al empleado con un cuchillo y un espray de defensa para hacerse con la recaudación. Sin embargo, el trabajador consiguió escapar y pedir ayuda, por lo que el atracador huyó en ese mismo momento. Apenas unas horas más tarde, hacia las 21.15, entraba en un supermercado de la localidad de San Vicente de la Barquera, donde consiguió hacerse con un botín de 680 euros, también tras amenazar a la cajera con un cuchillo y el espray.