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Llanes ·
Los numerosos simpatizantes de San Roque apenas podían contener la emocióna villa de Llanes vivía ayer una jornada histórica para festejar a San Roque. Durante mañana, tarde y noche, se contaban por miles los turistas, curiosos y simpatizantes del peregrino de Montpellier que habían decidido no perder detalle de todo aquello que iba sucediendo por ... las calles. El día grande comenzaba con un multitudinario pasacalles para continuar con una misa solemne en el interior de la basílica. Aquellos que no encontraban acomodo en un templo abarrotado por los devotos se solazaban a la sombra de una botella de sidra en plazas y plazuelas.
La procesión, interminable, contó con la presencia de cinco ramos artísticamente decorados, centenares de mujeres enfundadas en el traje de aldeana llanisca y multitud de hombres ataviados de porruano. No faltó la serpiente monocolor de los niños de la Danza Peregrina ni el estandarte, que ayer cumplía 125 años. La imagen de San Roque, sobre el verde de la hiedra y el amarillo de la siempreviva, hizo posible que furtivas lágrimas recorrieran las mejillas de aquellos que tendrán que esperar 365 días para vivir un momento cargado de emoción.
Y como los sanrocudos guardan la llave del cofre de las esencias folclóricas que les legó Ramón Sobrino ‘El Nino’, abrían ayer el arcón en un inigualable festival folclórico sobre el empedrado de la plaza de Parres Sobrino. Por la tarde, doce bandas de gaitas llevaban la esencia de Asturias por las cuatro esquinas de la villa. Y de noche, llegaba la espectacular descarga de fuegos artificiales.
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