Las obras contra las riadas de Arriondas reducirán el daño medio anual en 1,5 millones

«Las inundaciones en Arriondas son un peligro evidente y existe una gran demanda social de soluciones». La afirmación la recoge el proyecto elaborado para proteger la capital parraguesa frente a las riadas, unas obras esperadas desde la gran avenida de 2010. Una vez más, los ríos ponían esta semana en jaque a la villa, donde el Hospital Grande Covián tuvo que ser evacuado por tercera vez en su historia y el agua anegó desde los centros escolares a bajos y la zona deportiva.

La propia memoria del proyecto reconoce que los daños por las periódicas inundaciones «se concentran en los comercios, almacenes, viviendas y comunidades de propietarios». Según los estudios de coste beneficio, viabilidad y priorización de las obras, «el daño anual medio en la actualidad asciende a 2.645.129,09 euros». Con los trabajos diseñados para proteger la capital, la reducción estimada es del 56,71% y «el daño total anual medio» bajará «en 1.500.072,87 euros». De ese modo, «disminuye significativamente el daño producido a comercios, almacenes y resto de riesgos (65,35%), industrias (57,80%) y viviendas y comunidades de propietarios (49,73%)».

No obstante, los beneficios de esas obras definidas como «rentables» van -siempre según las previsiones- más allá de lo económico, pues «reduce el número de vías afectadas por la inundación en un 100% para el periodo de retorno de 10 y 100 años».

En cuanto a riesgos para la población, mejora «en torno al 85%» la afectada «para los periodos de retorno de 10 y 100 años en comparación con la situación actual». Por todo ello, el estudio técnico concluye que las soluciones diseñadas para «ampliar la capacidad del cauce para poder desaguar una avenida como la ocurrida en 2010» cumplen con el objetivo, si bien «queda un riesgo residual en el caso de sufrir avenidas con caudal superior al equivalente a periodos de retorno de 140 años». Dado ese «riesgo residual», sí será «necesario completar con otras medidas de autoprotección, adaptación del plan de emergencia municipal, sistema de avisos, etcétera». El fin, recoge el documento, es evitar que las obras produzcan «una falsa percepción de seguridad a los habitantes de las zonas afectadas». Tampoco oculta que «al proteger la zona urbana se aumenta la superficie inundable aguas abajo».

Tras una década de espera, la materialización de las obras daba este año pasos definitivos, primero con la firma del convenio entre Gobierno central, Principado y Ayuntamiento de Parres, este mismo julio, y ya en octubre con la licitación de los trabajos correspondientes al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. El presupuesto base es de 11.217.993,28 euros -les corresponde la mayor cuantía de los más de 17 millones- y diez empresas han presentado ofertas para hacerse con el contrato.

En el caso de la parte correspondiente al Principado, que se realizará en una segunda fase, este mismo viernes el Consejo de Gobierno autorizaba un gasto de 3.219.128 euros para contratar sus obras. Al Ayuntamiento parragués, también con fondos ya reservados en sus cuentas, le corresponde la expropiación de terrenos.

Las obras de protección de Arriondas consistirán en la defensa de márgenes de los ríos Sella, Piloña y Chico, mejoras en la red de drenaje, acondicionamiento de los arroyos afluentes del Piloña, sustitución del puente de la carretera de acceso al parque de La Concordia, protección de la piscina y el camping, elevación de la pasarela del parque de La Llera y construcción de un nuevo puente en la carretera hacia Bode.

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