La nieve obliga a cerrar la carretera que da acceso a los Lagos de Covadonga

La tregua que a lo largo del fin de semana había permitido subir a los Lagos de Covadonga en busca de la preciada estampa invernal llegó ayer a su fin. Con el regreso de la nieve a cotas altas, la carretera CO-4 quedaba de nuevo cerrada al tráfico pasadas las 11.30 horas de la mañana. Operarios a bordo de la máquina quitanieves se encargaron de colocar los carteles de alerta, si bien la barrera que regula el acceso permaneció subida. Lo cierto es que fueron pocos quienes ayer se acercaron a Covadonga para visitar el santuario y menos aun los que se interesaron por la subida a los Lagos, apenas un par de autocaravanas de matrícula extranjera.

Además del cierre de la CO-4, dos carreteras más del oriente requirieron del uso de cadenas por la nieve, la de acceso a Sotres, en Cabrales, y la PO-2 de Beleño a San Ignacio, en Ponga. En el mismo concejo pongueto sí está abierto desde el lunes el vial que sube a Viboli. La alcaldesa, Marta Alonso, explicó que los propios vecinos dieron aviso el viernes de la existencia de un argayo, que no se pudo retirar de inmediato debido a los aludes. Una vez que la acumulación de nieve dejó de caer y que las condiciones de trabajo fueron seguras, el desprendimiento fue despejado en la mañana del lunes con medios municipales.

También el Ayuntamiento se encargó ayer de despejar otro argayo en Taranes. En cuanto a la pista del puerto de Ventaniella, Marta Alonso recordó que el Principado ya está actuando de urgencia para reparar los daños causados por un desprendimiento que impide el paso. La regidora indicó asimismo que los operarios municipales se están encargando de «echar sal por los pueblos».