Alcalde, escritor y actor

El argumento del corto, actualmente en fase de rodaje, gira en torno a dos maquis que se dirigen a un encuentro con la hermana de uno de ellos, pero «alguien les delata a la Guardia Civil y comienza una persecución. Y hasta ahí podemos leer», apunta el director. Lo peculiar de la obra, abunda, es que explora el punto de vista de cada personaje y sus «circunstancias personales, que chocan en un momento histórico» marcado por la «lucha de hermanos contra hermanos». «Se trata de dar luz a las vivencias de las personas de un pueblo al margen de ideologías», cuenta Peña Batana. «Es una película antibelicista y de amores prohibidos», añade Bordás, que fue perfilando la trama a través de relatos orales y documentos. Felipe Matarranz, alias 'El Lobo', fue uno de los testigos directos de la Guerra Civil que compartieron sus vivencias con Bordás, por lo que la película es un homenaje a su memoria. También hay guiños a sus abuelos, Manuel y Ricardo, nombres que ha dado a los maquis.

En esa historia coral, además de los guerrilleros interpretados por José Manuel Castro y Luis Carlos Gómez, ejerce un papel principal el capitán de la Guardia Civil, que alberga «una lucha entre lo que piensa y su deber». El personaje lo interpreta el propio Bordás, que se pone por primera vez delante de las cámaras. «Actuar es más difícil de lo que parece, tienes que transmitir sentimientos de forma sutil», explica. Al reparto se suman Sonia Fuentevilla en el papel de la hermana, Guillermo Ursuegia en el de sargento y Víctor Gutiérrez, Tino Cantero y Cristian Gutiérrez como soldados. El equipo técnico está por su parte integrado por Borja Fresno, Borja Clemente, Idoia Etxebarria, José Peris, Luisa Oliva, Jon Ramos, Pepa Batana y José Antonio Peña.

El rodaje de las escenas en exteriores llegó ayer a la zona de Boquerizo, mientras que los interiores se filmaron durante la tarde en Casa Velarde, en Bustio, reconvertida en cuartel de la época. La ambientación es precisamente uno de los aspectos que Peña Batana y Bordás como productores han cuidado al detalle. «Conseguimos un Citroën 11 Ligero de 1937 y réplicas del fusil Mauser K98 de una armería de Almería», explica el director. También «complejo» les ha resultado hacerse con uniformes de la Benemérita, piezas modernas que les han cedido y que han «adaptado un poco artesanalmente».

El rodaje incorpora asimismo novedades técnicas, como un dron. «Da una riqueza visual enorme», explica el realizador, que define 'Suerte de poeta' como su corto «más ambicioso». Autor también de 'Sueños de ultramar', una historia sobre la emigración rodada el pasado año en el mismo concejo ribadedense como promoción para la Feria de Indianos, piensa ya en «una segunda y tercera parte» de este retrato de la posguerra, con el fin de «indagar más en la historia de cada personaje». «En la segunda parte entrarían personajes basados en personas reales», desvela Bordás, que tiene también en mente continuar con su faceta de escritor, esta vez a través de una novela. «Está basada en una historia real de mi abuelo paterno», adelanta.

La fase de grabación finalizará previsiblemente en diciembre y el director confía en rematar la postproducción antes de Semana Santa, cuando le gustaría que se estrenase. No descarta tampoco presentar la obra a concurso o tratar de distribuirla a través de plataformas de cortos. «Es difícil porque el nivel de rodaje es muy alto. Nosotros vamos más allá de lo amateur, pero sin medios y sin recibir ninguna ayuda», indica. Por su parte, el alcalde apunta al papel que el festival Ribadedeva en Corto (REC) juega en este tipo de proyectos: «Esto no surge de forma espontánea, el REC ha sido un germen ».