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L. RAMOS
LLANES.
Sábado, 21 de agosto 2021, 01:44
El Ayuntamiento de Llanes está decidido a poner fin al comportamiento «incívico» que, aseguran fuentes municipales, demuestran algunos de los usuarios de vehículos vivienda que visitan el concejo. Si la pasada semana se clausuraban los estacionamientos de los altos de Torimbia y La Boriza ... para evitar la acampada ilegal en los mismos, ayer el equipo de gobierno decidía hacer extensiva esta medida a la zona de aparcamiento de autocaravanas y furgonetas habilitada en La Talá para acoger a aquellos vehículos que se quedaban fuera del área específica al llenarse sus diecinueve plazas.
En este caso, son sesenta huecos los que dejarán de estar disponibles a partir de este fin de semana, después de que el Ayuntamiento recibiera numerosas quejas vecinales por la actitud de algunos de los usuarios que, finalmente, terminó por perjudicar a todo el colectivo.
«Ya el viernes pasado se instó a los autocaravanistas a que cumplieran con los requisitos establecidos», recordaron desde el equipo de gobierno llanisco, lamentando que siga habiendo gente que se resista a cumplir la normativa vigente. Concretamente, agregaron, personal municipal pudo comprobar cómo hay usuarios que «orinan, defecan y vierten sus residuos cerca de las autocaravanas», algo que el Consistorio no está dispuesto a seguir permitiendo.
Todo esto, además, «generó numerosas quejas tanto de vecinos que residen cerca como de la opinión pública en general, que rechaza este tipo de concentraciones sin respetar las más elementales medidas de convivencia y salubridad», explicaron fuentes municipales. Por este motivo, ayer mismo comenzaron a colocarse varias señales en el citado aparcamiento en las que se da a los usuarios un plazo de 48 horas para abandonar la zona.
«Se intentó de todo y la Policía Local no da abasto», reconocía ayer por la tarde el alcalde, Enrique Riestra (Vecinos por Llanes), quien lamentó que «pese a que el civismo reina entre la gran mayoría, cuando una minoría comete actos incívicos se va notando». A las quejas de «vecinos que estuvieron soportando ciertas conductas que no tienen por qué aguantar», agregó, se suman también «razones de salubridad». «Estamos acabando bastante bien el verano en cifras, respecto a la covid, y esperamos que pueda seguir así», añadió Riestra.
«Se intentó, pero la convivencia es muy difícil ante esta nueva forma de turismo masificada, que no pasaba hace cinco o diez años y que tendremos que ver cómo se gestiona y el año que viene ser consecuentes con esto que pasó este año», concluyó el regidor llanisco, quien volvió a pedir a los autocaravanistas que cumplan las normas y les recordó que «el área de La Talá seguirá funcionando y además hay más de cuatrocientas plazas en los campings del concejo».
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