Ernesto Casanova, presidente del Ateneo Español de México, en la sala del Archivo de Indianos. XUAN CUETO

«Iremos enriqueciendo la sala del Archivo para mostrar diferentes facetas del exilio»

Ernesto Casanova, Presidente del Ateneo Español de México ·

«Se habla del éxodo republicano como algo peyorativo y fue muy importante en México. De 20.000 migrantes, la mayoría destacaron»

GLORIA POMARADA

COLOMBRES.

Lunes, 25 de octubre 2021, 00:55

En 2019, la Fundación Archivo de Indianos-Museo de la Emigración y el Ateneo Español de México iniciaban una colaboración que culmina con la apertura en las instalaciones de la Quinta Guadalupe de Colombres de una sala dedicada a esa institución fundada en 1949 por ... exiliados republicanos. Ernesto Casanova (Ciudad de México, 1961) es desde 2017 presidente del Ateneo, entidad que cuenta con «socios protectores vinculados al Museo de la Emigración de Colombres». Descendiente de exiliados, Casanova apuesta por la investigación y la divulgación como vía para que la «memoria histórica siga perpetuándose» a ambos lados del Atlántico.

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-¿La memoria del exilio español estaba más viva en México que aquí?

-Sí, mucho más viva. Como descendiente de exiliados, la primera vez que volvimos fue en 1969 y se vivía todavía el miedo de la dictadura. Era difícil hablar del exilio. La correspondencia era censurada en su momento, había antecedentes y hechos que hacían que en España se hablara poco del exilio.

-¿Con esta sala se abre una nueva etapa en la relación con España?

-Creo que sí, esta sala es un punto en España que nos va a permitir expandir el conocimiento del exilio. Muchas veces se habla del exilio republicano como algo peyorativo y fue muy importante en México. De esos 20.000 migrantes que llegaron, la mayoría destacaron en diferentes profesiones, pero también en la vida común. Eran gente responsable, seria y dedicada.

-Quizás se asocie el exilio con intelectuales, pero también tuvieron que abandonar el país campesinos, obreros...

-Exactamente. Por ejemplo, mi abuelito paterno era campesino y mi otro abuelito trabajaba en bares. No fue fácil, fueron años difíciles, de acoplarse a una sociedad nueva. La gran ventaja era el idioma, pero eran otras normas, otra comida, otra manera de llevar la vida. El exilio es extraer tus raíces.

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-Diferente fue también la acogida en México respecto a países europeos.

-Aquí la gran ventaja que tuvieron los exiliados republicanos es que el presidente Lázaro Cárdenas genera un decreto en el que dice que serán admitidos en México todos los españoles que salgan huyendo de la guerra, sin importar la provincia, la profesión, el culto, etcétera. Por el hecho de ser refugiado, tienes posibilidad de llegar a México, de salvar la vida. Esa gente iba a donde no los fueran a matar.

-¿Conviene recordar que, hace no tantos años, hubo españoles que fueron refugiados?

-Exactamente. Entonces esa posibilidad no la abrió ningún país en el mundo, siempre hubo una serie de condiciones. Francia generó campos de concentración para tener control sobre ellos, en México no lo hubo. En la sala se explica el informe Quintanilla, el censo de los tres primeros barcos que llegan, el 'Sinaia', 'Ipanema' y 'Mexique'. El jefe de familia ya tenía asignado un puesto de trabajo. Cuando desembarcaban, se les daba una cantidad de dinero para que pudieran mantenerse un periodo corto en Veracruz y de ahí los trasladaban a diferentes puntos de la República. Si el jefe de familia ya tiene dónde laborar y cómo sustentar, las condiciones son muy diferentes.

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Médicos y pilotos

-¿España tiene ahora una responsabilidad histórica?

-Con la ley de memoria histórica sí hay un reconocimiento a los niños de la guerra, por ejemplo. Se lograron algunas cosas. Ahora en el Ateneo tenemos un proyecto que fue también propuesto por el embajador, Juan López-Dóriga, y es enfocarnos a las tumbas de los exiliados. Te enfrentas ya a miles de tumbas. Por ejemplo, nos encontramos la de León Felipe, que un poco está en el abandono. Queremos hacer el estudio de trescientas tumbas y vamos a incorporar la investigación de cien exiliados vivos, ya quedan muy poquitos. Ahora es el momento de destacar que todavía quedan vivos y qué piensan del exilio. Por ejemplo, en mi casa se hablaba poco de la guerra, era un momento traumático para ellos. El exilio, cuando se genera después de una guerra, a diferencia de un exilio empresarial o económico, es más traumático.

-¿La sala nace con vocación de ir creciendo?

-Sí, nosotros seguimos haciendo publicaciones. Ahorita estamos por lanzar una sobre pilotos aviadores. A México llegan cerca de cien pilotos republicanos y hay anécdotas impresionantes. Acabamos también de publicar la contribución de los médicos republicanos a la medicina mexicana. Todos estos relatos y esta memoria lo vamos a plasmar en la sala. Tengo pensado que cada año haya una renovación con diferentes motivos. Ahora es la solidaridad del gobierno mexicano para recibir, luego haremos algo de médicos, de pilotos... Iremos enriqueciendo la sala para mostrar diferentes facetas del exilio.

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