«Llevamos once años viviendo con miedo al río y sin respuestas»

El último episodio de inundaciones en la cuenca del Sella ha sido la gota que ha colmado el vaso para los ribereños, cansados de esperar por las obras de protección de Arriondas y de exigir la limpieza de los ríos. Ese «hartazgo» ha llevado este mediodía a doscientos vecinos a concentrarse ante el Ayuntamiento de Parres, donde han reclamado soluciones a un problema que arrastran desde hace once años, cuando la gran riada de junio de 2010 anegó tanto la villa como más zonas de la cuenca.

«Once años viviendo con miedo y sin respuestas es demasiado tiempo», expresó María Lorente durante la lectura del manifiesto. Recalcó además que la concentración surgió de forma espontánea, al margen de partidos políticos. «Es el momento de que exijamos respuestas», dijo. Desde la gran riada de 2010, recordó, no se han ejecutado las obras de 17 millones diseñadas para proteger la villa, lo que genera en la ciudadanía «angustia ante la certeza de que va a volver a ocurrir».

En el acto de protesta participaron desde vecinos de Arriondas a hosteleros, comerciantes o clubes deportivos, así como residentes en el pueblo cangués de Triongu, afectado también por las inundaciones. «No nos creen cuando decimos que hay que limpiar el río», lamentó el alcalde pedáneo, Ángel García, quien animó a los ribereños a constituir una plataforma para reclamar soluciones y actuaciones en los cauces.

La de este martes fue la primera manifestación convocada por la problemática de los ríos y, según adelantaron los participantes, no será la última.

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