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Ocurrió un 8 de febrero del año 1973, hace ahora medio siglo: la cara oeste del Urriellu, la más lisa, bella, complicada y bravía de todas las que luce el Naranjo de Bulnes, fue conquistada en pleno invierno.
Fue una gesta épica, una escalada que pasó a ser mítica desde sus primeros avances. Un reto importantísimo para todos los enamorados «del Picu» que tuvo un seguimiento de prensa sin precedentes y mantuvo en vilo a muchísima gente. Los autores de la hazaña (Cesar Pérez de Tudela, García Gallego «el murciano», Pedro Antonio Ortega «el ardilla» y José Ángel Lucas) fueron recibidos en Cabrales como auténticos héroes, vitoreados por vecinos y periodistas. Venían de conquistar un imposible, un sueño que parecía quimera. Venían de tres días de lucha contra un coloso que, en aquellos días, estaba armado de duro hielo, gélidos vientos y frío polar.
Ellos fueron los primeros en conseguirlo, pero no los primeros en intentarlo. Otros habían tratado de trepar esa cara antes, avanzando por ella en idénticas condiciones, pero encontrando trágicos finales. Allí, encaramados en la oeste helada, habían estado Patxi Berrio y Ramón Ortiz. Fue en 1969. Murieron intentándolo. Y su rescate, con los cuerpos congelados pendiendo de la cordada, tuvo un despliegue sin precedentes y un enorme impacto social y mediático. Un año después, en 1970, fueron Lastra y Arrabal los que trataron de ganar la oeste en pleno invierno. Pero una ventisca con vientos fuertísimos y temperaturas por debajo de los -20 grados los condenó a una repisa (de un metro cuadrado), a unos 100 metros de la cumbre, durante 13 días. Milagrosamente fueron rescatados con vida, pero Arrabal fallecería pocos días después, como consecuencia de una fuerte neumonía. Finalmente, en 1972 otro tercer intento terminó de nuevo en tragedia: Feliz Ruiz y Mayral probaron en el mes de diciembre. Y aunque fueron prudentes, abandonando la vía antes de llegar a un callejón sin salida, una avalancha de nieve sepultó a ambos cuando regresaban de su aventura.
Con estos precedentes, es comprensible el despliegue de medios y la enorme expectación vecinal que se generó cuando Tudela, Ortega, Lucas y el «Murciano» anunciaron que iban a probar suerte. Iban en dos cordadas distintas. Partieron el día 5 de febrero, en «expediciones» separadas. Sin embargo, en esa ocasión «el Picu» se dejó querer y todos ellos llegaron a cumbre: intactos y juntos. Cuando por fin recalaron en Cabrales, aún con esa sensación de no pisar el suelo, decenas de cámaras estaban presentes para inmortalizar sus caras, felices pero también ojipláticos ante la muchedumbre que esperaba para aplaudirles.
Ahora, 51 años, 3 meses y 10 días desde aquella hazaña invernal, Cabrales volverá a estar esperando para aplaudirles el próximo mes de mayo. Y no sólo eso, también les rendirá un sentido homenaje y les nombrará hijos predilectos de la localidad. Además, será la ocasión perfecta para colocarles un micro delante y escuchar, en una ocasión única, el relato en primera persona de aquellos días de escalada invernal. La ocasión idónea para escuchar las anécdotas y detalles de aquella gesta (única, pionera y vencedora) que puso al picu Urriellu de cara al mundo. una fiesta y un encuentro de montañeros para poner en valor la valentía de cuatro escaladores aguerridos que se atrevieron a conquistar un camino vertical, helado y liso, que parecía quimérico.
Los detalles más pequeños, menos conocidos y más jugosos de la historia no caben todos en estas líneas, pero seguro que saldrán a relucir de boca de sus protagonistas ese día: como que Pérez de Tudela había participado en los rescates de los anteriores intentos de subir la oeste en invierno; que cuando ellos lo intentaron, el despliegue de fuerzas de seguridad también fue algo inaudito; o que un periodista de tanta fama como José María García (que también estará en el homenaje) fue el encargado de narrar aquella aventura suya por la radio y de entrevistarles, en riguroso directo, cuando «aterrizaron» en Arenas de Cabrales.
Ahora, de aquellos cuatro valientes que pisaron la cima congelada del Naranjo de Bulnes, por desgracia, sólo queden dos con vida (Pérez de Tudela y García Gallego). Ellos dos estarán presentes en el homenaje y están seguros de que sus recuerdos, así como el respeto de todos los montañeros que los acompañen ese día,mantendrá muy vivas y presentes las figuras de José Ángel Lucas y Pedro Antonio Ortega.
Además, para conmemorar la hazaña, se ha elaborado un cómic (con dibujos de Félix Ayuso y guion de Manolo Mestre) en el que se narra la historia de aquellos días: tanto lo que aconteció en la pared del Naranjo de Bulnes, como todo lo que sucedía mientras tanto en la localidad de Cabrales. Así, la historia y los nombres de los cuatro quedará plasmada e impresa para siempre en una obra de arte, igual que quedará para siempre en la historia de Asturias y, por supuesto, en la del Urriellu, que lleva esta gesta tatuada en su pared oeste desde hace medio siglo.
Los actos, que están programados para la tarde del sábado 18 de mayo, tendrán lugar a partir de las 18 horas en el hotel Picos de Europa, en Arenas de Cabrales, y están abiertos a todas las personas que estén interesadas en asistir. De hecho, desde la organización y desde el ayuntamiento de Cabrales se invita a todos los montañeros, escaladores, amantes del Naranjo de Bulnes o admiradores de la gesta a sumarse al encuentro, así como al aplauso cariñoso y eterno que ese día, medio siglo después de la victoria, se les hará a aquellos que dominaron por vez primera la dura oeste del Urriellu en temporada invernal.
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Equipo de Pantallas, Leticia Aróstegui, Oskar Belategui, Borja Crespo, Rosa Palo, Iker Cortés | Madrid, Boquerini, Carlos G. Fernández y Mikel Labastida
Jon Garay y Gonzalo de las Heras
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