Una familia «muy querida» y marcada por la tragedia

La descripción compartida por todos del joven, de 23 años, es la de un «chaval muy bueno y querido». En el pueblo de Amieva estaba considerado como un chico «muy servicial» y «buena persona», así como «formal y trabajador». También toda su familia es «muy querida» en el concejo, conmocionado ayer por la trágica pérdida de un vecino de tan corta edad. Juan Manuel deja madre y dos hermanos, rotos de dolor.

Se da la circunstancia de que en 2011, los García Traviesa ya habían atravesado tiempos difíciles, pues tuvieron que sacrificar los 21 animales de su cabaña ganadera a causa de un brote de tuberculina.

El propio padre contaba entonces en este periódico que tuvieron que «hacer malabarismos» para mantenerse con tres hijos pequeños. Dadas sus dificultades, vecinos del concejo de Amieva y de otros municipios de la comarca se movilizaron para reunir fondos para ayudar a la familia a empezar de nuevo.

Con ese apoyo, lograron comprar nuevos animales al año siguiente, en 2012. Agradecía entonces Aníbal cómo sus vecinos se habían «portado muy bien» con la familia.