El funicular de Bulnes registró mil visitantes menos el pasado año

Así lo confirman los datos de la Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, cuya anterior titular, Belén Fernández, anunció en enero del pasado año que tenía previsto acometer la «primera gran inspección de las construcciones de ingeniería civil en la instalación de transporte por cable» en el funicular, tras quince años de funcionamiento. Señalaba entonces que la tramitación del expediente dependía de los presupuestos y de la voluntad del Gobierno regional y añadía que la parada para llevar a cabo esta inspección se realizaría «cuando menos interfiriera».

Sin embargo, esta actuación nunca llegó a realizarse. Sí se llevaron a cabo, sin embargo, los trabajos de renovación y mejora de las instalaciones por valor de 350.000 euros, tal y como estaba previsto en una de las partidas del proyecto presupuestario regional. Unos trabajos «rentables», según la entonces consejera, puesto que «la recaudación supera ampliamente la inversión». De hecho, teniendo en cuenta el precio de cada billete de ida y vuelta -22,16 euros-, la infraestructura supera anualmente el millón de euros en recaudación.

La Consejería de Infraestructuras, ahora titulada por Fernando Lastra, contrató la renovación del Sistema de Alimentación Ininterrumpido (SAI) del funicular y adaptó los baños de la estación de Poncebos para mejorar su acceso a las personas con movilidad reducida. Asimismo, se llevaron a cabo las tareas de mantenimiento -habituales desde la inauguración de la instalación en 2001- referentes al centro de alta y baja tensión, el cable tractor, la revisión de los frenos, el análisis de vertidos y limpieza de fosas sépticas y otros trabajos de menor tamaño, además de un simulacro de emergencia.

En lo que va de año, el funicular de Bulnes ya ha trasladado a 18.143 visitantes hasta el pueblo. Son mil menos que el año pasado por estas fechas, según el personal. «La Semana Santa fue floja. Nos coincidió con mal tiempo y con las estaciones de esquí aún a pleno rendimiento. Eso siempre afecta más, porque vienen menos turistas», explicaron.

Sin embargo, se muestran optimistas con la situación actual, pues a pesar de perder mil visitantes en 2017 y otros mil en lo que va del presente año, consideran que los números permanecen «más o menos estables». «Siempre estamos en la misma horquilla, aunque tenemos que reconocer que este arranque ha sido más flojo por el tiempo. La mala climatología siempre afecta a este tipo de instalaciones, pues si llueve la gente no se anima a hacer actividades al aire libre», señaló el personal del funicular.

El bajón de usuarios en los principales puntos turísticos del Parque Nacional de los Picos de Europa no es exclusivo del funicular de Bulnes. Como ya adelantó este periódico en marzo, Los Lagos de Covadonga experimentaron en 2017 un descenso del 7,71%, 64.090 menos en el anterior ejercicio. Entones, Ayuntamiento de Cangas y empresarios de la zona achacaron el descenso a las obras de reparación ejecutadas en la carretera CO-4 entre el pasado junio y los meses de otoño. Sin embargo, en ese mismo periodo, el plan de transporte a los Lagos batió su récord, con 212.267 usuarios, debido a la ampliación de días activo, hasta un total de 95. Este 2018, el plan estará vigente 161 jornadas.

Otro de los centros neurálgicos del turismo que perdió afluencia fue Fuente Dé, en la vertiente cántabra del espacio protegido. El descenso registrado alcanza el 8,45%, pasando de las 747.379 personas de 2016 a las 684.254 del pasado año. Así, en el conjunto del Parque Nacional el número de visitantes se redujo en un 2,54%, hasta los 2.047.956 turistas, rompiendo la tendencia al alza. Solo un año antes, el espacio protegido había marcado su récord histórico con 2.101.293 visitantes.

Las únicas notas positivas del pasado ejercicio procedieron de la vertiente leonesa y de la zona de Cabrales, que encadenan desde hace años una tendencia continuada de ascenso. Hasta Valdeón se acercaron 264.795 personas, lo que supuso un aumento del 23% respecto a 2016. No obstante, la cifra debe matizarse, ya que según recoge el informe del Parque Nacional al que tuvo acceso este periódico, la cantidad reflejada responde al total de personas que pasaron desde Posada de Valdeón a Caín, sin diferenciar entre vecinos y visitantes. Cabrales, por su parte, experimentó un notable ascenso, con 24.548 visitantes más que en el periodo anterior, alcanzando los 332.206, un 7,98% más.