La Feriona de Corao regresa con ventas «a cuentagotas» y precios «muy baratos»

Otra peculiaridad fue que las ventas se animaron más ayer que en la víspera, al contrario de lo que venía sucediendo años atrás. «Se está vendiendo más hoy -por ayer-, pero va despacio. La gente busca sobre todo vacas paridas», explicó José Antonio García 'Toño el de Mestas'. Poco antes del mediodía, había despachado 70 vacas de asturiana de los valles y de la montaña, parte de las cuales partieron rumbo a Zamora. «A Corao vengo todos los años y llevo 20 vacas de los valles y de limusina, pero otros llegué hasta 50 o 60», explicó el comprador, Marcelino Hernández. Los precios, dijo, los encontró «bajos», por lo que «se puede comprar bien». «La cosa está parada porque se busca ganado muy seleccionado», explicó.

Desde la localidad piloñesa de San Román, la ganadería homónima desembarcó en la Feriona con 28 animales, de los cuales pasado el mediodía habían vendido 20. «Vendemos a precios muy bajos porque no nos gusta llevar ganado para casa», explicó Manolo Llera, quien cerró tratos con gallegos, vascos, leoneses y, en menor medida, asturianos. «Las ventas están muy relajadas y los precios bajos», coincidió Primitivo García, de Belmonte de Miranda, quien se hizo con doce ejemplares de asturiana de los valles. Dori Ocunschi, de Soto de Cangas, acudió con esa misma raza y vendió dieciséis. «Está más flojo que otros años, pero esperamos recuperar poco a poco», confió. Tomás Allende, de Zardón, cerró transacciones para siete vacas y becerras, si bien también «muy baratas».

La raza casina, por su parte, osciló entre los 600 y los 700 euros en el caso de las vacas paridas, frente a los 900 y mil alcanzados en anteriores ocasiones. «Se vende despacio y barato, cada año peor», apuntó el piloñés Armando Gutiérrez, miembro de Aseamo. Recordó además que la Feriona marca tradicionalmente «el valor de todo el año». La familia Valle Fernández, de Intriago, puso a la venta en el Castañéu distintas razas, como frisona y parda alpina, de las cuales vendieron seis ejemplares ya el martes. «La gente ya ni pregunta, el ganado no se mueve», indicó Graciela Valle, quien destacó no obstante la oportunidad de la Feriona para «ir dando salida» a las reses. En el mismo aspecto coincidió el concejal de Ganadería de Cangas de Onís, Gonzalo Suero: «Se trata de dar apoyo al ganadero, muchos tenían las vacas de vida sin darles salida».

Debido a la crisis sanitaria, el Ayuntamiento de Cangas de Onís aplicó un protocolo de seguridad en todo el recinto, con control de accesos y vigilancia tanto privada como a cargo de Policía Local y Guardia Civil. A pesar de las limitaciones, Corao mantuvo su atractivo y a la localidad canguesa llegaron, previa inscripción, profesionales de toda Asturias.

También estuvieron presentes ganaderos procedentes de Francia y de distintos puntos de España, como Cantabria, País Vasco, Galicia, Castilla y León, Extremadura o Valencia. «El resultado es bueno, fue una feria enfocada a los profesionales en las que llevábamos más de dos semanas trabajando y estamos satisfechos con la organización», señaló el alcalde, José Manuel González Castro. Por el Castañéu de Corao pasaron además el director general de Ganadería, Nino Rodríguez, el equipo de gobierno del PP de Cangas, concejales del PSOE como Vanessa González, la diputada socialista Gimena Llamedo o los populares Javier Brea y José Manuel Felgueres.