Merma de público y venta en la Feria de Corao: «Tenemos la soga al cuello»

Este año, sin embargo, se notó la poca gente, también menos reses y un sector que agoniza pero que intenta mantenerse en pie. La directora general de Ganadería, Rocío Huerta, aseguró que la poca participación se debió al mal tiempo que acompañó estos días. «Es verdad que hay poca gente por el mal tiempo, pero sigue siendo una Feria que es referente para el sector ganadero y para los asturianos desde hace muchos años. Sabemos el descontento que tiene el sector y queremos ratificar nuestra solidaridad con ellos. Hay cosas que deben cambiar sin duda», concretó Huerta y agregó que «estamos haciendo todo lo posible por agilizar la vacunacion contra la lengua azul y la meta que tenemos es que a finales de marzo y principios de abril estén todas las reses vacunadas«.

El diputado de Foro, Adrián Pumares, exigió al Principado soluciones inmediatas ante las consecuencias que está generando la vacuna de la lengua azul. «No podemos permitir que nos sigan vacilando. Ya basta de decir y no hacer nada. Las vacas están abortando a consecuencia de la vacuna y los ganaderos están perdiendo. Tenemos un sector que clama por soluciones, el gobierno de Adrián Barbón no puede seguir ignorándolo», dijo Pumares.

La ganadera María del Carmen Allende, de Cangas de Onís que tiene una ganadería de más de 150 vacas, fue rotunda al afirmar que «las ventas este año van de mal en peor. Una vaca se vende a entre 800 y 1.000 euros, lo mismo que el año pasado. Los precios se mantienen estancados y a nosotros nos sube todo. No tenemos pasto para las vacas, estamos viviendo una situación crítica y seguimos igual, nadie hace nada».

Allende afirmó que «con 150 vacas que tengo no puedo cobrar la ayuda porque me falta un papel. Todo son exigencias y mientras tanto nos estamos ahogando», precisó la ganadera.

Ampliar

Los ganaderos aprovecharon la cita para concentrarse con sus tractores reiterando las necesidades del sector. La presidenta de Ganagri, Rosa Gutiérrez, fue clara al afirmar que «no hemos logrado absolutamente nada. Cada vez estamos peor y los cambios brillan por su ausencia. Muchas promesas que al final no se cumplen y no llegan a nada. Estamos cansados y así no podemos seguir. La burocracia y las leyes tienen que cambiar», concluyó.