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lucía ramos
Viernes, 21 de septiembre 2018, 01:27
Cabrales está hoy un poco más huérfano. Ayer por la tarde fallecía, en casa de su hija, en Camarmeña, Guillermina Mier Campillo, la abuela de Bulnes. Esta pionera de la hostelería en la localidad cabraliega y todo un referente entre los montañeros por tener ... siempre su puerta abierta para quienes acudían a conquistar el Urriellu, había cumplido cien años el pasado 11 de enero. Lo hizo rodeada por su familia y encantada, según manifestó a este diario, de compartir aniversario con el Parque Nacional de los Picos de Europa.
El concejal cabraliego Fernando Nava lamentaba la pérdida de quien era «un símbolo de Cabrales y del Urriellu, una mujer llena de energía que, pese a su edad, seguía al pie del cañón en el negocio». Un negocio, Casa Guillermina, que fundó en Bulnes junto a su marido, Rafael, fallecido hace tiempo y de quien aseveraba recientemente que «fui muy feliz con él. Era muy buen hombre y muy buen pastor, no hubo otru igual».
Como todos sus vecinos de Bulnes fueron pastores, elaboraban quesos que luego vendían y la puerta de su casa siempre estaba abierta para los montañeros que subían por la Canal del Texu camino del Urriellu. El Marqués de Villaviciosa lo había conquistado en 1904 con su compañero de cordada Gregorio Pérez, 'El Cainejo' y desde entonces el reguero de quienes siguieron sus pasos iría creciendo hasta convertirse en parte de la propia vida del pueblo. Muchos de ellos llegaban pidiendo «un poco de agua, un cachu de pan, chorizu» y el matrimonio vio la ocasión de abrir un bar para atenderlos. Al principio era un simple mostrador de tablillas y más tarde, tras subir poco a poco el material en caballerías, acabarían ofreciendo incluso hospedaje a los excursionistas.
Casa Guillermina se convertiría en un lugar de referencia para los miles de montañeros que cada año se adentran en los Picos de Europa. En la fértil memoria de su fundadora hubo siempre un vívido registro del paso de cada uno de ellos, especialmente de los que no volvieron.
Guillermina deja dos hijos, Josefina y José Manuel, tres nietos: Rafa, Ignacio y Adolfo, y cinco biznietos. El funeral de cuerpo presente tendrá lugar mañana, a las cinco de la tarde, en la iglesia parroquial de San Martín de Bulnes, el pueblo en el que creció y que tanto amó. Acto seguido recibirá sepultura en el cementerio de la citada localidad.
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