La guía turística acompañó la visita con sus explicaciones.

«No podría explicar con palabras la experiencia de visitar la cueva de Tito Bustillo»

La cavidad de arte rupestre riosellana reabre sus puertas para una nueva temporada, que se extenderá hasta finales del mes de octubre

LAURA FIDALGO

RIBADESELLA.

Jueves, 3 de marzo 2022, 01:16

La cueva de arte rupestre de Tito Bustillo vuelve a convertirse en una parada obligatoria tanto para asturianos como para visitantes. Tras un breve descanso, la cueva paleolítica riosellana, considerada Patrimonio de la Humanidad desde 2008, comenzó ayer una nueva temporada que se extenderá ... hasta el día 30 de octubre, exceptuando el fin de semana de Les Piragües. Durante esos ocho meses, se podrá acudir de miércoles a domingo en horario de 11 a 17 horas.

Publicidad

Las restricciones impuestas por la situación sanitaria continúan siendo un «hándicap» para el turismo. Asimismo, es cierto que la normalidad cada vez está más cerca. Tanto es así que la cultura ya se está haciendo eco de ello. Recién llegados de la capital española, Paloma Lastra y Andrés Suárez se convirtieron, junto a cuatro de sus amigos, en los primeros visitantes del año. Hora y media de visita les sirvió para salir «asombrados», e incluso reconocieron sentirse «bastante acomplejados», ya que la experiencia les sirvió para descubrir que «aunque ahora nos creemos muy listos, antiguamente nos superaban mucho en creatividad, por lo que, en 22.000 años hemos avanzado muy poquito». Las palabras para describir la visita se le quedaron cortas a la madrileña. «No podría explicarlo con palabras porque no conozco ninguna que esté a la altura», señaló. Aun así, no pudo evitar subrayar que «personalmente lo más llamativo y original fueron esos tonos violetas que yo jamás había visto ni me hubiese imaginado». Por ello, lo tiene claro, «no voy a tardar ni medio segundo en recomendar esta aventura a cada persona que me encuentre por la calle».

Andrés Suárez, emocionado al acabar el recorrido, indicó que era un «afortunado». Las entradas suelen estar bastante solicitadas y, debido a las limitaciones por la covid-19, los pases se han reducido a un máximo de seis personas. En ello, encontraron una ventaja, ya que «el recorrido fue mucho más personal y tuvimos oportunidad de participar y preguntar algunas dudas». A su vez, la pareja madrileña destacó la «excelente» labor de la guía, quien «nos ayudó a conocer hasta aquellos detalles que nuestra vista ni siquiera alcanzaba a ver». Es por esta razón que ambos coincidieron en que «el 50% del mérito es de la cueva y el otro 50 es, indudablemente, de nuestra guía Marta».

La segunda visita a la cueva riosellana está asegurada. «Venimos frecuentemente a Asturias porque nos gusta y nos transmite mucha paz. Con esta experiencia hemos encontrado un motivo más por el que hay que volver. Nada vale más la pena que perderse entre años de historia y de arte».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad