Se enfrenta a cuatro años de cárcel por agredir y amenazar a su expareja en Piloña

Según indica el ministerio fiscal, los hechos tuvieron lugar en torno a las ocho de la tarde del pasado cuatro de mayo. Apenas dos días antes, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Oviedo impuso al acusado la medida cautelar penal de prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de su excompañera sentimental, así como de comunicarse con ella. Poco después una persona «cuya identidad no consta» se puso en contacto con la mujer, quien tras los hechos que dieron lugar a la orden de alejamiento se había mudado al concejo de Piloña, para devolverle una medicación y una máquina de insulina que se había dejado en el domicilio del hombre.

Así, el citado cuatro de mayo la mujer salió de su nueva vivienda para tirar la basura y «comprobar si le habían dejado en las inmediaciones la medicación y la máquina en cuestión», recoge el escrito de acusación. Fue al dar una vuelta alrededor de una nave cercana cuando descubrió que su expareja estaba esperándola, junto a un coche. Este, continúa el relato, «la agarró del pelo, la zarandeó e intentó introducirla por la fuerza en el vehículo, que tenía la puerta entreabierta, al tiempo que la insultaba llamándola 'hija de puta' y le decía que le había 'metido en los calabozos' y que la iba a matar». Fue una vecina que presenció los hechos quien puso fin a la agresión al dirigirse al acusado, instándole a dejar a la mujer. Ante esta interrupción el hombre soltó a su expareja y abandonó el lugar a bordo del coche.

Como consecuencia de este episodio la víctima, quien fue diagnosticada hace años un trastorno depresivo y otro de personalidad, resultó con «cervicalgia postraumática y crisis de angustia», por lo que precisó asistencia facultativa y tratamiento médico consistente en «tratamiento farmacológico sintomático, apoyo psicoterapéutico y ajuste de la medicación psicofarmacológica prescrita previamente». Tardó siete días en curar, indica el ministerio fiscal. Y agrega que, como secuela, a la mujer le quedó «una agravación o desestabilización del proceso psicopatológico que padecía antes».

Por todo esto, la Fiscalía del Principado considera los hechos constitutivos de un delito de lesiones, otro de detención ilegal en grado de tentativa y otro más de quebrantamiento de medida cautelar, todos ellos en relación de concurso ideal, por lo que «se aplicará en su mitad superior la pena prevista para la infracción más grave, que es el delito consumado de lesiones cualificadas». Además, con el delito de detención ilegal en grado de tentativa concurre la circunstancia mixta de parentesco como agravante de la responsabilidad criminal. Así, el ministerio fiscal solicita que se condene al acusado a cuatro años de cárcel e inhabilitación especial, así como la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de la víctima y comunicarse con ella durante siete años. Además del pago de las costas, pide la Fiscalía que indemnice a la mujer con 2.661,18 euros por lesiones y secuelas y al Sespa con el importe de la asistencia sanitaria prestada.