GLORIA POMARADA
Sábado, 22 de febrero 2020, 15:36
Nada evidencia mejor el orgullo que el periodista Diego Carcedo siente por ser de Cangas de Onís que una sencilla anécdota. Viajando en una aeronave de los Estados Unidos durante la guerra de Vietnam, con la amenaza del Vietcong a sus pies agazapada entre la selva, un sargento se interesó por su procedencia. De España, aquel militar conocía poco más que Rota y el toreo, por lo que Diego sacó su cuaderno y dibujó un mapa de la península ibérica en el que trazó su tierra. Esa labor de embajador ha estado presente en su medio siglo de oficio periodístico, una entrega que junto a sus valores humanos y profesionales le han hecho merecedor del título de Hijo Predilecto de Cangas de Onís que esta mañana le fue entregado. «He recorrido más de cien países de cinco continentes hablando de Cangas de Onís», indicó el articulista de EL COMERCIO desde hace décadas.
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La profesión le ha llevado a siete guerras, desastres naturales de medio mundo, revoluciones y cumbres internacionales y, en cada uno de esos acontecimientos, «todo lo que veía me recordaba a Cangas», ya fuese el orbayu o un lago que pronto asociaba al Enol.
Natural de Corao, donde nació en 1940, la suya fue una familia «modesta» que siempre tuvo el empeño de que Diego estudiase. Así aprendió inglés en una época de dominio del francés, una singularidad que le abriría puertas durante su carrera. A pesar de todo su trabajo y éxitos, Diego sigue viéndose como «el hijo con más suerte de Cangas de Onís», una sencillez que se acompaña de sus otras muchas cualidades. «Es un caballero, un amigo, un periodista con conciencia y buen corazón», resumió el padre Ángel, encargado de glosar su figura dada la estrecha relación que les une desde su juventud. «Fue uno de los primeros periodistas que creyeron en mí y en la Cruz de los Ángeles», le agradeció.
Muestra del cariño que el cangués atesora se vivió en el Aula del Reino, donde recibió la insignia que le acredita como Hijo Predilecto acompañado de su mujer, la también periodista Cristina García Ramos, multitud de amigos, familiares y vecinos. Al acto, amenizado al piano por su prima Pilar Sampedro y por la banda de gaitas y el coro local, acudieron el director de EL COMERCIO, Marcelino Gutiérrez; compañeros de profesión como Graciano García, Juan de Lillo o Pepi Peralta; la consejera de Cultura, Berta Piñán; el expresidente Antonio Trevín; el abad de Covadonga, Adolfo Mariño; la portavoz del PP en la Junta General del Principado, Teresa Mallada; la secretaria de organizacoón del PSOE, Gimena Llamedo, secretaria de organización de la Federación Socialista Asturiana y numerosos políticos más, como los alcaldes de la comarca y la corporación canguesa.
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