Detenido dos veces en apenas un día por dañar y robar coches en Ribadedeva

La Guardia Civil efectuó la segunda de las detenciones durante un dispositivo de vigilancia establecido para «la prevención de una serie de sustracciones de vehículos y daños en los mismos que estos últimos meses se están dando» en la capital ribadedense. Debido a esos incidentes y «ante la inseguridad creada en la población de esta zona, se han intensificado las vigilancias en esta área, alguna de ellas con personal no uniformado», apuntan desde el instituto armado.

En uno de esos dispositivos, en la madrugada del pasado sábado, los agentes que se hallaban en el interior de un vehículo camuflado observaron a una persona «acercarse y abrir la puerta trasera del mismo, sin percatarse de que había gente en su interior, debido a los cristales tintados». Al verse sorprendido, emprendió su huida, pero fue interceptado a pocos metros. Para evitar la detención, llegó incluso a decir a los agentes que él también era guardia civil.

En ese momento portaba consigo un maletín 'campingas' con una bombona cargada y un mechero. Se da la circunstancia de que tan solo un día antes había sido detenido, también por la Guardia Civil, como supuesto autor del incendio de un vehículo estacionado en Colombres. En esa primera detención se le imputa un delito de daños en un vehículo y en la segunda otro como supuesto autor de robo de vehículo a motor.

Estos últimos incidentes se suman al reguero de robos y daños en vehículos que sufre Ribadedeva, y en especial Colombres, desde hace semanas. Ya en junio se registraron dos robos de coches y motos y otras dos tentativas. También por esas fechas ardieron dos automóviles y otro apareció con una ventanilla rota. Por todo ello, el alcalde de Ribadedeva, Jesús Bordás, convocó la junta local de seguridad, un hecho que no se producía desde hacía más de tres años, dado que habitualmente se trata de una zona tranquila. En esa reunión, la delegada del Gobierno, Delia Losa, indicó que en Ribadedeva «el índice de criminalidad es de doce infracciones penales por cada mil habitantes, la mitad que la media de Asturias».