Cruz Collado recorre con sus acuarelas los rinconces del concejo riosellano

Afronta cada acuarela como una aventura nueva y «con el nerviosismo propio del empieza algo impredecible». Le apasiona el color libre y espontáneo, pero no quiere domarlo y deja que fluya como algo natural.

Esta exposición es una demostración de amor a su tierra y al mar. Y quiere hacer perdurar en el recuerdo esas playas y rincones junto al mar Cantábrico, donde tanto ha disfrutado todo su vida y que tanta paz le ha aportado. Sobre todo es una expresión del deseo de compartir tanta belleza con los demás y que «estos lugares se conserven intactos para las siguientes generaciones».