Colunga plantea reducir superficie del polígono para «agilizar» su creación

Los pasos para que el concejo cuente con su primer polígono industrial se remontan al anterior mandato, cuando el entonces equipo de gobierno socialista inició el proyecto. Hace dos años la corporación municipal daba luz verde a la compra de los primeros terrenos en la zona de Los Llanos. El nuevo gobierno de Foro y PP considera ahora que es necesario un cambio para evitar los terrenos que incluyen edificaciones, lo que conllevaría expropiaciones y un encarecimiento del proyecto. El teniente de alcalde, Javier Brea, apunta que pese a la reducción el polígono seguiría siendo «grande» y «valdría para empezar». «Es mejor tener uno más pequeño ya», indica.

La idea de que el concejo disponga de su propia área industrial ronda desde años atrás dada la demanda del empresariado. «Para Colunga es básico porque ahora tiene un problema, no tiene un metro de expansión ni donde poner una fábrica o un taller», explica Brea.

Según recoge el propio plan parcial, el objetivo del Ayuntamiento pasa por «crear un área industrial, un espacio económico especializado y un lugar de oportunidad que actúe como atrayente de actividades económicas y que permita un desarrollo de alta calidad». Fija también como meta la «necesidad de dar una respuesta óptima al emplazamiento específico del sector que permita la implantación de nuevas empresas, dotando al concejo de Colunga de una zona de calidad, que resuelva las carencias de suelo industrial». Pese a que se prevé «predominante la pequeña y mediana industria, pudiera también existir demanda de suelo para grandes industrias, debido sobre todo a la favorable localización de estos suelos, adecuada para albergar industrias de entidad». Por ello las «parcelas edificables deberán responder a la mayor diversidad posible de tipos y tamaños industriales para que la oferta del suelo resulte verdaderamente satisfactoria».

El espacio proyectado inicialmente prevé una superficie total de 89.355 metros cuadrados, de los cuales 55.033 se reservan para zona industrial según recoge el plan parcial sometido al trámite ambiental. Los terrenos, divididos en una treintena de fincas, se sitúan al sureste de la capital, a la entrada desde Caravia y son colindantes a la autovía del Cantábrico. Actualmente el «uso del suelo es de carácter básicamente agrícola», si bien incluye «una vivienda de carácter rural y algunas construcciones auxiliares».

Además del desarrollo del propio suelo industrial, la futura obra conllevará dotar al espacio de servicios e infraestructuras. La entrada considerada «viable» sería «a través del punto de contacto con el vial de enlace entre la carretera nacional N-632 y la A-8». También se contempla una red viaria interior con rotondas, aparcamientos, red de abastecimiento y saneamiento, telecomunicaciones y alumbrado.

De las alternativas barajadas, la elegida finalmente es aquella que contempla «una superficie de zonas verdes más amplia» y conlleva «un menor impacto ambiental».