Cien socorristas para las playas del Oriente

La playa de Santa Marina quedará dividida en siete zonas de baño diferenciadas por colores para controlar los aforos y el estacionamiento de pago de la playa de Vega se cerrará todos los días a las 20.30 horas. «Se dará un margen de tiempo para que puedan salir los coches y a partir de ese momento aquellos vehículos que pretendan utilizar el aparcamiento en horario no autorizado serán sancionados», indica el alcalde, Ramón Canal. De las sanciones y de la vigilancia se encargarán la Policía Local y la Guardia Civil «dependiendo del horario». El Consistorio apelará este verano a la responsabilidad y al sentido común de los usuarios de las playas del concejo, «pero si vemos que se saturan y no se guardan las medidas de distanciamiento y de seguridad requeridas, nos veremos obligados a cerrarlas», afirma el alcalde.

En el resto de concejos costeros del Oriente, el inicio del salvamento deberá esperar aún una semana. En Llanes será el sábado 27 y contará con 2 coordinadores, 6 lancheros y 39 socorristas. El presupuesto asciende este año a 267.000 euros, «el de mayor cuantía hasta la fecha», según apuntan desde el Ayuntamiento, que gestiona el servicio junto a la Federación Asturiana de Concejos (FACC). El plan estará operativo a diario hasta el 8 de septiembre en un total de trece arenales: Cuevas del Mar, Torimbia, Toranda, San Antolín, Barru, Borizu, Palombina, Poo, El Sablón, Toró, Ballota, Andrín y Vidiago. En Caravia se prestará entre el 27 de junio y el 8 de septiembre en el Arenal de Morís y La Espasa, con un total de 14 socorristas y un coordinador. En Colunga irá del 30 de junio al 1 de septiembre en La Isla, La Griega y Lastres, con 14 efectivos. Ribadedeva por su parte contará con tres socorristas y un coordinador en La Franca del 1 de julio al 31 de agosto.

Debido a la pandemia, el plan Sapla establece este año medidas específicas, como mantener las distancias, usar equipos de protección, limpiar y desinfectar materiales y minimizar el contacto con la persona afectada, siempre adaptándose a la gravedad del caso. En las víctimas en parada cardiaca, por ejemplo, se realizarán las compresiones torácicas, no el boca a boca. Para los casos leves, por su parte, el plan indica el «autocuidado» de la persona a la que se presta de la asistencia sanitaria.