Bollos y vino despiden San Antonio

Asidua a la jira es la familia García Lario, que ayer estuvo rodeada de amigos. Lo mejor de San Antonio, dijeron, es disfrutar de la sidra en buena compañía. Por su parte, los Valdés Sobrecueva apuntaron a la jira como el momento más emblemático de las fiestas. Rodeados de una decena de niños de corta edad, los más pequeños vivieron una jornada repleta de juegos y rondas por las atracciones. Los mayores, por su parte, confesaron que ya a primera hora acudieron al aparcamiento en busca de una buena mesa. Entre las numerosas familias que celebraron el fin de fiesta se encontraban también los García Peláez, que destacaron su fidelidad a la jira. No faltaron en su caso los naipes y la cerveza.

Con los estómagos llenos, los cangueses dieron paso a una tarde de bailes, amenizada por la Unión Musical del Principado. Tras apenas dos horas de descanso, al filo de las diez de la noche comenzaba en la vega de Contranquil la quinta y última de las verbenas de este 2019, protagonizada por las orquestas New York y Gran Parada. El colofón a la semana de festejos lo pusieron pasada la medianoche los fuegos artificiales desde el Puente Romano, a cargo de la leonesa Pirotecnia Pibierzo. Con un San Antonio más sumado a la cuenta, la Sociedad de Festejos destacó el «buen ambiente» de una fiesta que crece. «El día grande hubo muchísima gente, más de setecientas personas con el traje regional», agradeció el presidente.