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G. POMARADA
ARRIONDAS.
Miércoles, 2 de febrero 2022, 01:19
La red de cámaras de seguridad implantada en Arriondas hace tres años sigue extendiéndose para llegar a más espacios de la villa. El último enclave en sumarse a las zonas con videovigilancia es la emblemática plaza Venancio Pando, donde el Ayuntamiento de Parres acaba de instalar dos dispositivos de alta resolución, con un coste de 15.000 euros. «La plaza es el epicentro de muchos actos, de mucha actividad. Era un espacio que teníamos pendiente», explica el alcalde, Emilio García Longo.
Al incorporar la plaza, donde se sitúa la casa consistorial y el célebre cañón del Sella, en la villa quedan «cubiertas las entradas, el polígono industrial y calles del centro». El primer edil no descarta que más adelante la red siga creciendo en ubicaciones que acordarán junto a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. «Iremos evaluando en función de las necesidades», apunta.
Desde que en julio de 2019 Arriondas estrenase el circuito de videovigilancia con motivo del Descenso Internacional del Sella, los dispositivos se han ido desplegando por la capital hasta llegar a la quincena de cámaras actuales. «Evidentemente no son una solución para todos los problemas, pero sí una ayuda», explica García Longo. Como ejemplo de los casos esclarecidos con ayuda de las cámaras recuerda el robo de artículos informáticos de una tienda, un portátil de un coche y el intento en dos bares de la villa, sucedido en noviembre de 2019. En aquella ocasión, las cámaras contribuyeron a detener al ladrón. García Longo señala que los dispositivos se han demostrado incluso útiles para resolver casos de «concejos vecinos». «Un robo puede ser por ejemplo en Piloña y tirando del hilo se esclarece en Parres gracias a la información de las cámaras», indica.
Destaca además la ayuda que suponen a la hora de «planificar la regulación del tráfico», así como en caso de accidentes o actos vandálicos. A ello suma la seguridad ante la gran afluencia en verano y durante eventos como la Subida al Fitu y el Descenso del Sella. «Este último verano, a pesar de la ausencia de esos grandes eventos, hubo mucho movimiento», evidencia García Longo. Ante el incremento de visitantes de la temporada alta, el Ayuntamiento dispuso de cinco agentes más de Policía Local, cuerpo que tratan también de reforzar mediante las cámaras.
La Policía Local es precisamente la encargada de gestionar el circuito, al que solo tiene acceso personal autorizado. «No hay nadie que se dedique a vigilar la vida de los ciudadanos, pueden estar tranquilos», afirma el alcalde, consciente de la suspicacia de algunos vecinos. «Están en un armario blindado y se miran cuando hay un hecho que necesita de información», precisa.
En la comarca, también Cangas de Onís ha puesto en marcha recientemente un sistema de cámaras de seguridad. En su caso, los dispositivos colocados el pasado año se sitúan en las cuatro entradas a la capital y solo en verano registraron dos millones de movimientos. El Ayuntamiento tampoco descarta seguir extendiendo la red de videovigilancia.
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