Borrar
Iván Suárez con el queso Cabrales. G. P.
Un Cabrales solidario de 17.000 euros

Un Cabrales solidario de 17.000 euros

50 aniversario. El precio lo pagó El Llagar de Colloto por una pieza de Francisco Bada y parte de la cuantía irá a la asociación Galbán de niños con cáncer

GLORIA POMARADA

Lunes, 29 de agosto 2022, 02:43

El listón estaba muy alto, tanto como en los 20.500 euros alcanzados en la última edición celebrada del Certamen del Cabrales, la de 2019. Pese a las ganas de recuperar el evento quesero tras los dos años de pandemia y el hecho de que la cita conmemorase su 50 aniversario, la subasta se quedó 3.500 euros por debajo del récord, concretamente en los 17.000 desembolsados por El Llagar de Colloto, quien atesoraba ya el anterior máximo.

Si bien más modesta en lo económico, la de ayer fue una puja especial por su componente solidario, pues el Consejo Regulador donará un 15% de la cuantía a la asociación Galbán. «Son cantidades estratosféricas y me motivó mucho, fue un extra», explicó el hostelero Iván Suárez, propietario de El Llagar de Colloto, ya que los fondos irán destinados a la investigación del cáncer en niños.

  • Mejor queso Francisco Bada.

  • Segundo premio Ángel Díaz Herrero.

  • Tercer premio Arangas.

  • Mejor lote Valfríu.

  • Segundo mejor lote Arangas.

  • Tercer mejor lote El Colladín.

A Cabrales llegaba de nuevo dispuesto a hacerse con el mejor queso, que disfrutará como ya es tradición junto a los suyos el día de su cumpleaños, el próximo viernes. «Es un queso más, con un precio simbólico», expresó. Los 17.000 euros que pagó correspondieron a la mejor pieza, la presentada por la quesería Francisco Bada, de Tielve. Al frente de ese negocio familiar está el joven Alberto Bada, de 28 años, y sus padres, Francisco Bada y Rosa María Gulías. El joven trabaja desde hace diez años en la quesería, una labor que no conoce de jornadas de descanso. «Por el trabajo no está pagado, son los 365 días del año y hay que pelear», explicó. Con premios ya de anteriores ediciones, en el negocio son conscientes de que el reconocimiento del certamen «da visibilidad». «Es una satisfacción y una recompensa al trabajo», destacó Rosa María Gulías. El segundo mejor queso fue el de Ángel Díaz Herrero y el tercero el de Arangas.

En lotes se impuso Valfríu, seguido de Arangas y El Colladín. En los quesos de esta edición destacó la calidad, según coincidió el jurado, integrado por diez expertos que valoraron la apariencia, la textura y los parámetros olfativo y gustativos.

En las bodas de oro del certamen se pusieron a la venta 1.589 kilos del afamado queso azul y fueron 17 de las 23 inscritas en la DOP las queserías participantes: Francisco Bada, Arangas, Los Puertos, El Colladín, Vicente Tolosa, Cares, Juan José Bada Herrero, Valfríu, Ángel Díaz Herrero, Ganadería Rieses, Maín, Asiegu, Vega de Tordín, Pastora Mayor, SAT Rojo Prieto, Cueva del Molín y Dionisia López Sánchez.

A última hora de la mañana, en los estands las reservas de queso se daban por agotadas, al igual que los tres mil bocadillos repartidos entre los asistentes. Los precios mínimos se consensuaron entre los queseros en 25 euros para el Cabrales normal y 39 el reserva, si bien cada uno de los participantes pudo subir las cuantías. Finalmente las medias oscilaron entre los 30 y los 50 euros. «Subió por los costes de producción, la luz, los impuestos, los piensos... Es una barbaridad», explicó la presidenta del Consejo Regulador, Jessica López, quien recordó que, dado el esfuerzo que supone su elaboración, «este queso no está pagado».

Alberto Bada, Iván Suárez, Jessica López, José Sánchez y Begoña López. G. P.

Sobre las ventas del verano indicó que están siendo positivas, hasta el punto de que algunos queseros tuvieron que reservar producción para poder acudir al certamen. De esa cita inaugurada en 1968 y de la que este año se alcanzan las 50 ediciones, López recordó que quienes la crearon «hicieron un gran trabajo». «Espero que los que vengan detrás lo sigan manteniendo», deseó.

Destacó además que para conmemorar el medio siglo «tiramos la casa por la ventana», con una puesta en escena mejorada y actos continuos durante las últimas semanas. «Desde julio tuvimos actividades recordando viejos tiempos y a personas que están y que ya no», apuntó el alcalde de Cabrales, José Sánchez. Trasladó además su reconocimiento a los queseros, «que son los que mantienen la tradición».

Ilusión por el regreso

La emoción por recuperar el gran escaparate del certamen y el contacto con el público era palpable desde primera hora entre los queseros. «Venimos con ilusión, había ganas de volver», explicó María Salud Herrero, de Valfríu, quesería ganadora en 2018. Al ser su producción continua, en su caso no fue necesario guardar queso para la cita, a la que acudieron con la variedad normal y el reserva. «Producimos todos los días y vernos sin queso es difícil. Este año se está vendiendo mucha cuña», apuntó.

Andrea Fernández, de la quesería Arangas, ganadora en 2019, explicó que vencer en el certamen ayuda a «abrir más mercado». Tras el récord pagado en esa última edición por su queso -el más caro del mundo- reconoció que «todos los que entraban decían lo mismo, venían preguntando por él».

Animados por la visibilidad del Cabrales y por las ganas de apoyar al sector, a la subasta acudieron trece negocios tanto de Asturias como de fuera de la región: Grupo Nacho Manzano, La Montera Picona de Ramón (Gijón), Casa Román (Gijón), Doña Concha (Oviedo), La Cabana (Oviedo), La Finca Agrobar (Oviedo), El Tizón (Oviedo), Peña Mea (Llanera), El Castañeu (Arenas de Cabrales) y el Hotel Restaurante Marqués de la Moral (Naveces), Casa Pedro (Parres), así como los madrileños El Ñeru y Carlos Tartiere.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Un Cabrales solidario de 17.000 euros