«La Santina nos acompaña en estas horas de incertidumbre»

La novena de Covadonga arrancó ayer con lleno en la basílica, donde por segundo año consecutivo se concentran unos actos reducidos por la pandemia. Sin la procesión previa a la crisis sanitaria, la celebración comenzó con una breve marcha desde la casa capitular al ... templo. El novenario, que se desarrolla bajo el lema de 'No temas acoger a María' y otorga especial atención al Año de San José convocado por el Papa Francisco, contó en su jornada inaugural con la presencia de fieles llegados de todos los rincones de Asturias, desde Siero a Avilés, Oviedo, Corvera, Nava, Piloña, Colunga, Llanera o Parres. «La Santina se alegra con vuestra presencia», destacó el abad, Adolfo Mariño, quien recordó además cómo la Virgen «nos acompaña en estas horas de incertidumbre». La primera de las celebraciones religiosas fue cantada por la Escolanía, dirigida por Jorge de la Vega, e interpretada al órgano por Fernando Álvarez. No faltó tampoco el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, si bien la celebración corrió a cargo del párroco de San Félix de Lugones y Santa María de Viella, Joaquín Manuel Serrano Vila, quien recordó que su vocación despertó precisamente en el santuario. El sacerdote rememoró sus visitas a Covadonga en la infancia y destacó cómo el Real Sitio es «lugar de encuentro» y peregrinaje tanto para fieles como para no creyentes. «Covadonga es un fenómeno antropológico», dijo. A ello añadió que constituya «una casa de misericordia y bálsamo de las heridas del alma». Serrano Vila, para quien fue un «honor» la oportunidad de predicar en la basílica, agradeció que este año sean mayoritariamente «curas de pueblo» quienes desempeñen esa tarea.