Arriondas recupera su «legendario» carnaval

«Voy a seguir disfrazándome y celebrando el Antroxu hasta el infinito y más allá», decía ayer un pequeño disfrazado de Buzz Lightyear en Arriondas parafraseando al personaje de 'Toy Story'. Como él, multitud de niños y mayores salieron a la calle para disfrutar de la fiesta como es debido. «Esta vez ni el virus ni nadie nos va a dejar en casa», comentaban. Y es que, el Ayuntamiento de Parres así se lo había prometido: «Este carnaval va a ser como los que celebrábamos antes de la pandemia».

Así es que ni siquiera la lluvia pudo con las ganas de pasárselo bien. «Si llueve sacamos los paraguas, y si nos mojamos, nos convertimos en brujas», vitoreaban reiteradamente un grupo de jóvenes que afirmaron que «echábamos de menos poder celebrar con nuestros amigos una de las fiestas más potentes del concejo». El espíritu carnavalero inundó la capital parraguesa, en la que podían verse disfraces de lo más variopinto. Alba Rodríguez decidió convertirse en Mary Poppins para llevar a juego un paraguas «que me haga volar cuando me haga falta». Lo mismo pensó uno de sus mejores amigos, Emilio Rodríguez, que, disfrazado de uno de los protagonistas de 'Cantando bajo la lluvia', insistió en que «el mejor disfraz es el mío porque soy el más precavido y además, por faltar no me falta ni la lluvia».

Los más pequeños de la casa fueron los encargados de marcar el inicio de esta fiesta «legendaria». Desde bien temprano, salieron a la calle luciendo sus disfraces: alumnos de la escuela mágica de Hogwarts, de Disney personajes de 'Star Wars', indios, vaqueros, piratas...

Entre la multitud también destacaron caretas de Dalí y monos de color rojo debido a la exitosa serie 'La casa de papel'. Aunque también los había originales como el de Fernando Simón que escogió un grupo de amigos: «En el momento cumbre de la pandemia veíamos más a Simón que a nuestros padres, había que homenajearle de alguna manera vistosa». Relacionado con la pandemia también se encontraban algunos disfraces de coronavirus, con las variantes delta y ómicron.

«Ansiosos», los parragueses esperaron para ver el desfile, que a partió de la zona deportiva con numerosas carrozas y música que «hizo bailar hasta al más aburrido». La fiesta no finalizó con la despedida de las carrozas, sino que, como indicaron algunos de los más jóvenes, «esto no ha hecho más que empezar». Y es que tras el animado desfile llegó el turno de la sesión de dj, que se alargó hasta altas horas de la madrugada.