Aparece una segunda ballena varada en la costa asturiana

Un rorcual común juvenil de unos siete u ocho metros de longitud ha aparecido varado en el roquero que se encuentra bajo el faro de Lastres, en Colunga, esta mañana. Allí lo encontró, tras ser avisados por testigos de la zona, un equipo del Cepesma, cuyo presidente, Luis Laria, explicó a EL COMERCIO que se trata de ese tipo de ballena y que se temen que «pueda tratarse del juvenil de un grupo de tres, con dos adultos, que vimos en la zona hace unos quince días». Los ejemplares adultos de esta especie, apuntó Laria, pueden llegar a medir «unos 22 metros».

El cuerpo presenta un manifiesto mal estado, por lo que es probable que este rorcual llevase tiempo muerto. La marea alta lo habría dejado en la zona de rocas bajo el faro lastrino. Laria precisó que con este «ya son cinco» los rorcuales detectados por el Cepesma. Se da la circunstancia de que es la segunda ballena aparecida muerta en las costas asturianas en este mes, tras la que se encontró flotando en la bahía gijonesa. Laria criticó que «el Principado no está haciendo nada, pese a que aparecen cetáceos muertos, también delfines. Esperemos que no empiecen a aparecer focas también», y explicó que «es habitual que este tipo de ballena se ahogue con plásticos o aparejos de pesca que quedan flotando y que engullen por accidente».

El rorcual común es un tipo de ballena que tiene barbas y su alimentación es por filtración. Dichas barbas (que sustituyen a los dientes que, por ejemplo, sí tienen orcas, delfines y cachalotes) filtran el agua para que queden atrapados los pequeños organismos que componen el krill y que son la base de la alimentación de los cetáceos barbados.

• Temas
• Colunga
• Lastres