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LAURA CASTRO
Miércoles, 21 de junio 2017, 00:06
Nueve días. Es el tiempo que lleva varado el cadáver de un rorcual aliblanco o ballena cantábrica en la zona de la ería de Lastres. Los vecinos, cansados del mal olor que desprende, alertaron al Principado, pero hasta el momento no han recibido respuesta y el cuerpo del animal continúa en el mismo sitio. «Es el Principado el que debe iniciar un protocolo para que nosotros podamos actuar», explicó Luis Laria, presidente de la Coordinadora para el Estudio y la Protección de las Especies Marinas de Asturias (CEPESMA).
Laria asegura que esta situación se ha repetido a lo largo de toda a costa de la región, pero que «nadie se da cuenta hasta que se trata de una zona de baños» cuando el hedor comienza a ser molesto. El presidente del CEPESMA entiende las protestas de los vecinos y considera que los ejemplares deben ser retirados siempre que el terreno lo permita.
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