El carril recuperado, esta mañana, que facilita la circulación.

La N-634 reabre un carril tras el argayo que cortó el tráfico entre Bustio y El Peral, en Ribadedeva

El alud de tierra y rocas se produjo en la tarde de ayer a cien metros del cruce entre el acceso a Colombres y la vía, en dirección Unquera

lucía ramos

Lunes, 5 de junio 2017, 10:46

Poco a poco se recupera la normalidad. La carretera nacional 634, que une Oviedo con Santander, a su paso por el concejo de Ribadedeva, ha logrado abrir esta mañana uno de sus dos carriles. Lo hacía después de lograr retirar de esa calzada una buena cantidad de tierra y rocas que ayer por la tarde caía en la tarde de ayer, rompiendo la malla de sujeción. El argayo ocurría a unos cien metros del cruce con la vía que da acceso a la localidad de Colombres, en dirección a Unquera (Cantabria). Quince horas después se ha podido habilitar un nuevo carril.

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El primer aviso se recibió en la central de Oviedo en torno a las 19 horas y de inmediato se personó en el lugar una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico que, tras comprobar el alcance del alud, localizado en el punto kilométrico 282,800, procedió a cortar el tráfico en el tramo de la N-634 comprendido entre las localidades ribadedenses de El Peral y Bustio, minutos antes de las 20 horas. Los desvíos se estaban llevando a cabo a través de la carretera RD-2 que conduce a Colombres y desde donde se puede acceder a Bustio para retomar la nacional.

Hasta el lugar del suceso también se trasladaron varios técnicos y operarios de Carreteras del Estado para estudiar la situación y decidir qué medidas adoptar.

Problemas por la autovía

Se da la casualidad de que el tramo afectado por el argayo es el mismo que tuvo que ser sometido a ligeras modificaciones cuando se construyó la Autovía del Cantábrico, según recordaba ayer el alcalde de Ribadedeva, Jesús Bordás. Desde ese momento, «la carretera quedó tocada», como señalaron en numerosas ocasiones los lugareños.

No obstante, es la primera vez que la nacional, a su paso por esta parte de Ribadedeva, sufre un argayo de estas características. «Es bastante grande y afecta, sobre todo, a quienes residimos o trabajamos en la zona. El rodeo que obliga a dar no es muy grande, pero esperamos que la retirada de piedras y tierra no se demore mucho tiempo, pues sí es bastante molesto», indicaba un hostelero del lugar.

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