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Andrea Inguanzo
Viernes, 23 de septiembre 2016, 00:35
El Ayuntamiento de Llanes ha denegado a la propiedad de los terrenos colindantes de San Antolín la adecuación del tejado del monasterio. Lo ha hecho mediante una carta remitida al representante de los titulares, tras haber solicitado este permiso para proceder a la limpieza de las tejas y retirada de maleza e incluso árboles que, con el tiempo, han ido brotando en la cubierta de la construcción.
Hace semanas que la propiedad había anunciado su intención de mejorar el tejado, que bajo su punto de vista «no necesita más que limpieza y retirada de maleza». El Consistorio, por su parte, ha considerado denegar definitivamente el permiso desarrollar estas labores.
A finales del mes de agosto, los dueños de la finca ya adelantaban que habían solicitado permiso para ejecutar estos trabajos. «Si la cuestión es tener el monasterio acondicionado y cuidado, ¿qué más da quien lo haga?», se preguntaban ya entonces. El Consistorio, por su parte, respondía días después por escrito «solicitando las escrituras». Ahora definitivamente ha declinado la solicitud.
Y lo ha hecho en base al informe redactado por la TAG de Urbanismo y Patrimonio que, valorando la solicitud, «en base a la posible propiedad estatal del templo sin perjuicio, claro está, del derecho que asiste al peticionario para que en el proceso civil y ordinario y ante los órganos jurisdiccionales competentes, se decida en definitiva sobre la titularidad de la misma».
Y es que, tal y cómo indica la técnico en la resolución firmada por la concejala de Urbanismo del Ayuntamiento de Llanes, «el interesado manifiesta ser propietario de la iglesia de San Antolín de Bedón en el escrito de solicitud de las obras», un supuesto que tumba la TAG. Subraya en su escrito que la finca consta en el registro de la propiedad «sin más propiedad ajena que la mencionada iglesia, que corresponde al Estado como exceptuada de la venta». El portavoz de los propietarios, por su parte, siempre ha asumido esta afirmación, insistiendo en que en el catastro el templo consta a su nombre «mientras no se reclame la titularidad por parte del Estado».
La presencia de maleza y hasta dos árboles llama la atención en el edificio. Sobre todo un pino que sobresale en la parte trasera y que con el paso del tiempo está alcanzando un tamaño destacable.
Desde el entorno de los dueños de la finca quieren que se aclare de una vez a quién corresponde la titularidad del templo. «Somos la propiedad y, ahora mismo, los únicos responsables del entorno. Pero hemos enviado hasta en dos ocasiones la documentación en nuestro poder al Estado para que pueda desbloquearse este asunto de la titularidad», argumentaban sobre esta cuestión hace algunas semanas.
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