Masiva recogida de firmas para que el cura Francisco Panizo continúe en Llanes

El próximo 1 de septiembre, si nadie lo remedia, el sacerdote Francisco Panizo dejará de ser párroco de las parroquias llaniscas de Barro, Poo, Porrúa y Parres para hacerse cargo de las feligresías avilesinas de San Cristóbal, Miranda y Raíces-La Maruca. Así lo decidió el Arzobispado de Oviedo. La noticia está generando tremendo malestar en las iglesias donde Panizo llevaba oficiando en los últimos 21 años. De hecho, en la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, que engloba los pueblos de Barro, Niembro y Balmori, llevan recogidas más de 300 firmas de apoyo al cura bajo un encabezamiento que dice: «Ante la decisión del Arzobispado de Oviedo de trasladar a nuestro párroco, Francisco Panizo, los abajo firmantes manifestamos nuestro desacuerdo a dicho traslado».

De momento, el sacerdote ya se está despidiendo de quienes fueron sus feligreses y recibe homenajes entrañables y espontáneos de la gente. El pasado martes recogía una placa en la iglesia de La Pereda durante la fiesta en honor a la Virgen de Guadalupe y sobre la recogida de firmas comentaba que «el traslado ya está firmado por el arzobispo. La petición de firmas es algo que agradezco pero solo servirá para que, en el futuro, en el Arzobispado piensen mejor los cambios».

Los elogios al cura no cesan. Loli Rivaz, vecina de Niembro, valoraba ayer que Panizo «hizo muchísimo por la parroquia, es muy buena persona, estamos familiarizados con él, todos le quieren, trata de forma excelente a los niños y realizó mejoras en la iglesia». «Siento una pena terrible por su marcha, pero cuando algo se le mete en la cabeza a un arzobispo resulta muy difícil que dé marcha atrás. Me parece que el traslado es forzoso y obligatorio», matizaba Rivaz.

Todas las miradas, y las esperanzas, se orientan hacia el arzobispo. En La Pereda, Rosi y Feli Sobrino están dispuestas «a viajar a Oviedo y hablar con el arzobispo para que no se vaya». Al sacerdote lo califican como «uno más de la familia. Una persona con buen humor, humana, cercana, trabajadora y activa».

En Barro, el que fuera alcalde de barrio, Ramón Marcos, valora que Francisco Panizo «revitalizó la convivencia entre los vecinos y es una persona muy cercana, sin complicaciones, ni exigente ni puntilloso». Marcos adelantó que para el 28 de agosto se está preparando en Barro una despedida en la que «van a participar las cuatro parroquias gestionadas por el sacerdote».

¿Qué dice Panizo? El cura explicó que siente «una nostalgia tremenda pero no perderé el contacto». «Esa nostalgia me permite entender lo buena que ha sido toda la gente conmigo». Y en relación a los homenajes que recibe casi a diario, no tuvo inconveniente en reconocer que «me siento abrumado y hasta cierto punto es posible que los merezca. Soy un tío majete y salado, y no me arrepiento de decirlo», dijo.