La cueva de Tito Bustillo contará con señalización en la autovía del Cantábrico

Después de varios años, incluso legislaturas, demandando una señalización de la cueva de Tito Bustillo en la Autovía del Cantábrico, por fin se ha conseguido la autorización. El Ayuntamiento de Ribadesella y la Demarcación de Carreteras del Estado en Asturias han llegado a un acuerdo para la instalación de cuatro indicadores en la A8, dos en cada sentido. El Consistorio riosellano correrá con la financiación y Carreteras colaborará en los trabajos de instalación.

Esta es una vieja reivindicación planteada por los representantes políticos y los empresarios riosellanos que hasta ahora no había sido satisfecha. Unos y otros entienden que la cueva prehistórica de Tito Bustillo, declarada Patrimonio de la Humanidad en 2008, no solo es un referente turístico en el concejo, sino también un elemento diferenciador con el resto de municipios costeros asturianos. Sin embargo, hasta ahora todo habían sido trabas.

En las últimas fechas, la propuesta del Ayuntamiento de Ribadesella ya fue llevada en el año 2013 a Fitur y al Senado y en 2014, también se abordó este asunto en un pleno de la Junta General del Principado. Sin embargo, ese mismo año se argumentó que la señalización turística de este tipo de elementos patrimoniales de interés estaba regulada por un convenio de cooperación que habían suscrito las Secretarías de Estado de Turismo e Infraestructuras.

Después de una etapa de silencios, esta semana se ha confirmado la autorización para que las señales puedan ser colocadas en la autovía del Cantábrico. Fue la propia alcaldesa, Charo Fernández, quien así lo anunció, explicando las condiciones en las que se llevará a cabo: la Demarcación de Carreteras en Asturias se ocupará del cierre de los carriles cuando sea necesario, así como de la señalización de las obras, y será el Ayuntamiento el organismo que se ocupe de la colocación de las nuevas señales.

El Soplao y Chufín

Ayuntamiento y Carreteras ponen punto final a largos años de discriminación. Mientras la cueva riosellana carecía de cualquier tipo de señalización, en la vecina Cantabria se estaban señalizando cuevas como las del El Soplao y Chufín, de menor interés cultural.

El año pasado fue el Ayuntamiento de Ribadedeva quien logró señalizar la cueva de El Pindal, también Patrimonio de la Humanidad. Parece que el 2016 será turno para la cueva de Tito Bustillo.

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