El Archivo de Indianos cubrirá el 45% de su presupuesto con recursos propios

La Fundación Archivo de Indianos celebraba ayer un patronato para finalizar el año en el que se presentaron las cuentas del próximo ejercicio. Un presupuesto de 310.000 euros que nada tiene que ver con el de años anteriores, pues sin ir más lejos la entidad está en condiciones de afirmar que un 45% del mismo se cubrirá con fondos propios. Concretamente provienen «de entradas al museo, más el complemento de la tienda en el mismo espacio, pero también en una cantidad muy importante de la facturación de los estudios de familia». Se trata de una nueva línea de trabajo, que se realiza desde hace unos meses, y que está a cargo del director del Archivo, Santiago Romero. «Están valorados cada uno de ellos en una media de 15.000 euros», explicó ayer el presidente del organismo, José Luis García Delgado. El primero de ellos fue el de Antonio del Valle, que se presentó en el mes de septiembre en la inauguración de la sala del Museo de la Emigración dedicada a la cultura empresarial de los emigrantes, pero ya hay «otros cuatro en marcha, entre ellos el del empresario asturmexicano Antonio Suárez».

Son encargo todos ellos de varios miembros del Patronato Internacional de Amigos del Archivo de Indianos, que se constituía coincidiendo con la visita de los Reyes a Colombres, en la entrega del premio Pueblo Ejemplar 2015. Un colectivo que está en continuo crecimiento y que se espera que en unos meses llegue a la veintena de socios. «Me han invitado a asistir a la primera reunión ordinaria de la asociación, que se celebrará en México a princios de marzo, y en la que se espera que haya ya 20 socios», explicó García Delgado.

Se trata de una rama de la fundación que está considerada como «un apoyo económico pero también un aliciente por saber que nuevas gentes se interesan por nuestras actividades, abriendo además nuevas líneas de trabajo». Y es que el próximo año también se acometerá la de la digitalización del gran archivo documental que posee le entidad, «que para nosotros era una asignatura pendiente». Será posible iniciar esta labor gracias a una aportación de corte finalista, es decir, que tiene un fin particular. «Recibimos una aportación de 40.000 dólares por parte de Hugo Camou, miembro de la asociación de amigos», señaló el presidente. Este montante supone otro 15% de las cuentas de 2016.

El 40% restante lo aportan a partes iguales el Patronato Internacional y el Principado de Asturias. La fundación solo dependerá actualmente en un 20% del Gobierno regional, que destinará a este organismo 60.000 euros. «Los presupuestos regionales son prorrogados, por lo que no ha habido posibilidad de discutir. Es la misma aportación», detalló García Delgado. Él mismo defendio que en el caso de instituciones como la que preside «todo lo que sea evolucionar hacia la autofinanciación es una obligación».

Liberbank, por su parte, comunicaba hace unos días que «prefiere buscar otras líneas de financiación que no sea un aporte regular al presupuesto de la fundación». «Lo que hemos hecho es presentarles proyectos concretos de investigación que puedan ser de su interés. Esperamos que estudien el tema y que en pocas semanas nos den una respuesta».

Una nueva sala para Chile

Las visitas al museo se han incrementado en un año de 10.000 a 13.400. En la reunión del patronato se celebró este dato y se fijó un objetivo para el próximo año: llegar a las 15.000. «Estamos lejos de aquellos años en los que se contabilizaban 19.000 o 20.000 usuarios, pero vamos en muy buen camino». Otra circunstancia que podría estar unida a la ampliación de contenidos es que recientemente se ponía en funcionamiento una sala temática sobre la cultura empresarial de los emigrantes y, de cara al próximo verano, se han conseguido fondos para abrir otra que se dedicará a Chile. «Hemos encontrado fondos importantes que se nos van a donar y eso nos permitirá también aprovechar la iniciativa para tratar de reunir a la comunidad de emigrantes a Chile, a poder ser, este mismo verano», adelantó García Delgado.

La fundación vive un momento dulce después de los difíciles ejercicios pasados, en los que realmente «se llegó a temer por la continuidad de la institución».